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Zinc y Quistes Ováricos: Una Conexión Clave

23/01/2023

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Los quistes ováricos son una preocupación común para muchas mujeres, especialmente durante sus años reproductivos. Si bien la mayoría son benignos, algunos tipos, como los quistes ováricos endometriales, también conocidos como endometriomas, pueden causar dolor significativo, afectar la fertilidad e incluso estar asociados con un mayor riesgo de ciertos tipos de cáncer de ovario. Comprender las causas subyacentes de estos quistes es crucial para mejorar el diagnóstico, el tratamiento y la prevención. A menudo se exploran factores hormonales, genéticos e inflamatorios, pero ¿qué papel podrían desempeñar los nutrientes esenciales?

¿De que hablaremos?

¿Qué son los Quistes Ováricos Endometriales?

Los quistes ováricos endometriales son un tipo específico de quiste que se forma en los ovarios como resultado de la endometriosis. La endometriosis es una afección en la que tejido similar al revestimiento del útero (endometrio) crece fuera del útero, comúnmente en los ovarios, las trompas de Falopio y otros órganos pélvicos. Se estima que afecta al 5-10% de las mujeres en edad reproductiva.

La teoría predominante sobre su origen, la teoría de Sampson, sugiere que durante la menstruación, parte del tejido endometrial fluye hacia atrás a través de las trompas de Falopio y se implanta en la cavidad pélvica, donde continúa creciendo y sangrando cíclicamente. Este sangrado dentro del ovario forma un quiste lleno de sangre antigua y espesa, a menudo descrito como un "quiste de chocolate".

¿Puede la acupuntura ayudar con los ovarios poliquísticos?
La evidencia clínica ha demostrado que la acupuntura es eficaz para regular los niveles hormonales, promover la ovulación y atenuar la resistencia a la insulina en pacientes con SOP .

Los síntomas de los quistes ováricos endometriales y la endometriosis en general pueden ser debilitantes e incluyen dolor pélvico crónico, periodos menstruales dolorosos (dismenorrea), dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia), problemas de fertilidad, fatiga y, en algunos casos, dolor al orinar o defecar. La inflamación, las cicatrices y las adherencias causadas por las lesiones endometriósicas contribuyen a estos síntomas.

Además de los síntomas inmediatos, los quistes ováricos endometriales son particularmente relevantes porque se consideran precursores de ciertos tipos de cáncer de ovario, específicamente el carcinoma de células claras y el carcinoma endometrioide. Estos tipos histológicos son más prevalentes en algunas regiones, como Asia Oriental, y el carcinoma de células claras es conocido por ser resistente a la quimioterapia. La prevención de los quistes ováricos endometriales podría representar un avance importante en la lucha contra estos cánceres.

La Conexión Sospechada: Zinc y Endometriosis

El zinc es un oligoelemento esencial que desempeña un papel vital en una amplia gama de procesos celulares, incluyendo la proliferación y diferenciación celular, la síntesis de ADN, la estabilización de membranas, el equilibrio redox (antioxidante) y la apoptosis (muerte celular programada). Dada su importancia en funciones celulares básicas, los investigadores han explorado si las deficiencias de zinc podrían estar implicadas en diversas afecciones, incluyendo la endometriosis.

Estudios previos ya habían sugerido una posible conexión. Se ha observado que una baja ingesta de zinc está asociada con la endometriosis. Asimismo, se ha encontrado que las pacientes con endometriosis tienden a tener niveles reducidos de zinc en la sangre (ya sea en sangre total o en suero) en comparación con mujeres sin la afección. Estos hallazgos preliminares indicaban que la deficiencia de zinc podría ser un factor contribuyente, pero no habían aclarado el mecanismo específico ni se habían centrado particularmente en los quistes ováricos endometriales.

Revelando el Vínculo: Un Estudio Clave

Con el objetivo de investigar más a fondo esta asociación, un estudio reciente se propuso determinar si la deficiencia de zinc estaba específicamente relacionada con los quistes ováricos endometriales. Para ello, los investigadores midieron los niveles de zinc en suero en dos grupos de pacientes que se sometieron a cirugía por tumores ováricos benignos:

  • Pacientes con quistes ováricos endometriales (19 pacientes).
  • Pacientes con otros tipos de quistes ováricos benignos no endometriales (36 pacientes).

Este enfoque permitió comparar directamente el estado del zinc en mujeres con endometriomas frente a aquellas con otros tipos de quistes, controlando así por el hecho de tener un quiste ovárico en general.

Además de medir los niveles de zinc en las pacientes, el estudio incluyó experimentos a nivel celular utilizando células epiteliales endometriales humanas inmortalizadas (células EMosis) derivadas de quistes ováricos endometriales. Estos experimentos permitieron explorar los posibles mecanismos biológicos por los cuales la deficiencia de zinc podría afectar el comportamiento de las células endometriales, como su proliferación y la expresión de genes.

La información demográfica y clínica de las pacientes fue analizada para asegurar que las diferencias observadas en los niveles de zinc no se debieran a otros factores. Se consideraron variables como la edad, el índice de masa corporal (IMC), el consumo de alcohol, el tabaquismo y el uso de suplementos nutricionales.

Los Hallazgos: Zinc Bajo en Pacientes con Endometriomas

Los resultados del estudio fueron reveladores. Se encontró que las pacientes con quistes ováricos endometriales tenían niveles séricos de zinc significativamente más bajos en comparación con el grupo de pacientes con quistes benignos no endometriales. Específicamente, el promedio de zinc en el grupo de endometriomas fue de 77.0 μg/dL, mientras que en el grupo de control fue considerablemente más alto.

Esta diferencia se mantuvo estadísticamente significativa incluso después de ajustar los datos para tener en cuenta posibles factores de confusión como la edad, el IMC, el consumo de alcohol, el tabaquismo y el uso de suplementos. Esto refuerza la idea de que la asociación entre los bajos niveles de zinc y los quistes ováricos endometriales es independiente de estos otros factores.

El valor promedio de 77.0 μg/dL de zinc observado en las pacientes con endometriomas se encuentra dentro del rango considerado como deficiencia marginal de zinc (60-80 μg/dL). Esto sugiere que incluso una deficiencia leve o marginal de este mineral podría estar contribuyendo al desarrollo de los quistes ováricos endometriales.

Además de los niveles de zinc, las pacientes con endometriomas también mostraron niveles significativamente más bajos de fosfatasa alcalina (ALP), una enzima cuya actividad y niveles se sabe que disminuyen en presencia de deficiencia de zinc. Este hallazgo adicional apoya la conclusión sobre el estado reducido de zinc en este grupo de pacientes.

¿Cómo Podría el Zinc Influir? Mecanismos Biológicos

Para entender cómo la deficiencia de zinc podría contribuir al desarrollo de los endometriomas, los investigadores llevaron a cabo experimentos en células EMosis. Utilizaron una sustancia llamada TPEN, que actúa como un quelante de zinc, es decir, se une al zinc y lo retira del medio celular, imitando así un estado de deficiencia de zinc.

Los resultados de estos experimentos celulares arrojaron luz sobre varios mecanismos potenciales:

  • Aumento de la Proliferación Celular: La exposición de las células EMosis a concentraciones bajas de TPEN (que simulan deficiencia de zinc) durante un corto período de tiempo (4 horas) resultó en un aumento significativo de la proliferación celular. Esto es crucial, ya que el crecimiento descontrolado de células endometriales fuera del útero es la base de la endometriosis y la formación de quistes. El estudio sugiere que este aumento de la proliferación podría estar relacionado con el estrés oxidativo causado por la reducción de zinc, ya que el estrés oxidativo se ha vinculado previamente con la proliferación de células epiteliales ováricas endometriales. Es importante notar que exposiciones más largas a TPEN a altas concentraciones mostraron el efecto contrario, inhibiendo la proliferación, lo que podría deberse a toxicidad.
  • Respuesta a la Hipoxia y Vía HIF-1: El análisis de la expresión genética en las células EMosis con deficiencia de zinc reveló que los procesos biológicos más afectados estaban relacionados con la respuesta a la hipoxia (niveles bajos de oxígeno) y la disminución de los niveles de oxígeno. Específicamente, se activó la vía de señalización del factor inducible por hipoxia-1 (HIF-1). Esto es interesante porque se sabe que la hipoxia juega un papel importante en la progresión de la endometriosis. El estudio sugiere que la deficiencia de zinc podría, por lo tanto, promover la endometriosis al activar esta vía, lo cual es plausible ya que se ha demostrado previamente que la deficiencia de zinc puede causar la activación de HIF-1α y que los niveles de HIF-1α están aumentados en pacientes con endometriosis.
  • Cambios en la Expresión Génica (SRA1 y ARID1A): El estudio identificó cambios significativos en la expresión de genes clave en las células con deficiencia de zinc. Se observó un aumento en los niveles de ARNm del gen SRA1 y una disminución en los niveles de ARNm del gen ARID1A.
    • SRA1: Este gen codifica un ARN no codificante largo que actúa como coactivador de los receptores de estrógeno (ERα y ERβ) y progesterona. La endometriosis es una enfermedad dependiente de estrógeno, y SRA1 juega un papel importante en cánceres dependientes de hormonas como el cáncer de mama. El aumento de SRA1 podría potenciar la actividad de los receptores de estrógeno en las células endometriales fuera del útero, promoviendo su crecimiento. El estudio propone que el estrés oxidativo causado por la baja cantidad de zinc podría aumentar la expresión de SRA1. Además, SRA1 podría influir en la expresión de TGF-β2, una molécula que se encuentra en niveles elevados en líneas celulares endometriósicas y que podría contribuir a la enfermedad. El estudio encontró que la inducción de deficiencia de zinc en células EMosis aumentó significativamente la expresión del gen TGFβ2. También se observó que SRA1 podría afectar genes relacionados con el ciclo celular (como CDKN1A y CDKN1B) de manera que favorezca la proliferación, ya que la expresión de estos genes se redujo en las células deficientes en zinc donde SRA1 aumentó.
    • ARID1A: Este gen es parte de un complejo remodelador de la cromatina llamado SWI/SNF, que normalmente actúa como supresor tumoral. Las mutaciones o la pérdida de expresión de ARID1A se encuentran frecuentemente en varios cánceres, incluyendo los carcinomas de ovario de células claras y endometrioides derivados de endometriomas, representando hasta el 20% de todas las malignidades humanas. La disminución de ARID1A se asocia con un aumento de la proliferación, migración e invasión celular. El estudio sugiere que el estrés oxidativo debido a la deficiencia de zinc podría disminuir la expresión de ARID1A en las células endometriales, ya que estudios previos han demostrado que el estrés oxidativo reduce la expresión de ARID1A en células epiteliales ováricas endometriales primarias. La pérdida de ARID1A también podría activar vías de señalización que promueven la proliferación celular, como la vía PI3K/AKT, al regular negativamente genes como PIK3IP1 que inhibe esta vía.

Es importante destacar que cuando las células EMosis deficientes en zinc fueron tratadas con zinc adicional (suplementación), los cambios en los niveles de ARNm de SRA1 y ARID1A causados por la deficiencia de zinc fueron suprimidos, volviendo a niveles similares a los de las células no tratadas. Esto fortalece la evidencia de que la deficiencia de zinc es la causa directa de estos cambios en la expresión génica.

En resumen, los experimentos celulares sugieren que la deficiencia de zinc podría impulsar el desarrollo de los quistes ováricos endometriales al aumentar la proliferación celular (posiblemente a través del estrés oxidativo), activar vías relacionadas con la hipoxia (como HIF-1), y alterar la expresión de genes clave como SRA1 (que promueve el crecimiento al coactivar receptores hormonales y afectar el ciclo celular) y ARID1A (que normalmente lo suprime como parte de un complejo supresor tumoral).

Implicaciones Clínicas y Potencial Tratamiento

Los hallazgos de este estudio tienen importantes implicaciones clínicas. La identificación de la deficiencia de zinc como un factor asociado a los quistes ováricos endometriales abre nuevas vías para la prevención y el tratamiento. Si bien el tratamiento principal para la endometriosis a menudo implica terapias hormonales o cirugía, la evidencia sugiere que la suplementación con zinc podría ofrecer un enfoque complementario.

Estudios previos han indicado que la suplementación con zinc es efectiva para tratar la dismenorrea (dolor menstrual), un síntoma común de la endometriosis. Además, una dieta rica en antioxidantes que contenga zinc ha demostrado ser beneficiosa para las pacientes con endometriosis. Estos resultados previos, combinados con los hallazgos del presente estudio, refuerzan la idea de que el estado del zinc es relevante para la salud reproductiva femenina y la endometriosis.

Dado que los quistes ováricos endometriales pueden evolucionar hacia carcinomas de células claras y endometrioides, y que la pérdida de ARID1A (cuya expresión disminuye con la deficiencia de zinc según este estudio) está relacionada con estos cánceres, la suplementación con zinc podría tener un papel potencial no solo en el manejo de los quistes benignos, sino también en la prevención de estos tipos agresivos de cáncer de ovario. Se sabe que los pacientes con cáncer de ovario tienen niveles más bajos de zinc en suero que los controles sanos y que la deficiencia de zinc puede aumentar las mutaciones debido al estrés oxidativo, lo que podría contribuir al desarrollo del cáncer.

Por lo tanto, basándose en los resultados de este estudio, la suplementación con zinc podría representar una potencial opción terapéutica para los quistes ováricos endometriales y, potencialmente, una estrategia para reducir el riesgo de los cánceres de ovario asociados. Sin embargo, es fundamental recordar que este estudio, aunque significativo, tiene limitaciones (como el tamaño relativamente pequeño de la muestra de pacientes de una sola institución y la naturaleza preliminar de algunos hallazgos mecanicistas) y se necesita más investigación rigurosa, incluyendo modelos animales y ensayos clínicos más amplios, para confirmar definitivamente el papel de la suplementación con zinc como tratamiento o estrategia preventiva para los quistes ováricos endometriales. A pesar de esto, los resultados proporcionan una base sólida para futuras investigaciones en esta área y destacan un factor nutricional que podría ser relevante en la salud ginecológica.

Preguntas Frecuentes

¿La deficiencia de zinc es la única causa de los quistes ováricos endometriales?
No. La endometriosis y los quistes ováricos endometriales son afecciones complejas influenciadas por múltiples factores, incluyendo aspectos genéticos, hormonales, inflamatorios y ambientales. La deficiencia de zinc parece ser un factor contribuyente importante según este estudio, al influir en procesos celulares clave para el desarrollo de los quistes, pero no es la única causa conocida.
¿Cómo puedo saber si tengo deficiencia de zinc?
La deficiencia de zinc se puede diagnosticar mediante análisis de sangre que miden los niveles séricos de zinc. Los niveles entre 60-80 μg/dL se consideran deficiencia marginal según la literatura citada en el estudio. Sin embargo, es importante consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada e interpretación de los resultados, ya que los niveles pueden variar por diversos factores.
¿La suplementación con zinc es segura?
En general, la suplementación con zinc es segura cuando se toma en las dosis recomendadas. Sin embargo, como con cualquier suplemento, las dosis altas pueden causar efectos secundarios (como náuseas o problemas gastrointestinales) y pueden interferir con la absorción de otros minerales esenciales como el cobre. Es esencial hablar con un médico, farmacéutico o dietista registrado antes de comenzar cualquier suplemento de zinc, especialmente si tienes una condición médica preexistente, estás embarazada o amamantando, o estás tomando otros medicamentos para asegurar la dosis adecuada y evitar interacciones.
¿Puede la suplementación con zinc curar los quistes ováricos endometriales existentes?
El estudio sugiere que la suplementación con zinc "podría suprimir" el desarrollo de los quistes o "podría servir como una nueva opción de tratamiento". No afirma que pueda "curar" o eliminar los quistes existentes. Los hallazgos se centran más en la prevención del desarrollo o la progresión a nivel celular. Se necesita mucha más investigación, particularmente ensayos clínicos en humanos, para determinar la efectividad clínica de la suplementación con zinc en el tratamiento de los quistes ováricos endometriales ya establecidos. Actualmente, se considera un área prometedora para la investigación y potencialmente un enfoque complementario a las terapias convencionales.
¿Qué cantidad de zinc se considera deficiente?
Según la referencia en el estudio, los niveles séricos de zinc entre 60-80 μg/dL se consideran deficiencia marginal. Niveles por debajo de 60 μg/dL indicarían una deficiencia más severa. El valor promedio encontrado en las pacientes con endometriomas en este estudio (77.0 μg/dL) cae dentro del rango de deficiencia marginal.

En conclusión, este estudio aporta evidencia significativa que vincula la deficiencia de zinc con la presencia de quistes ováricos endometriales. Los hallazgos sugieren que niveles bajos de zinc podrían promover el crecimiento de estos quistes a través de complejos mecanismos celulares que involucran la proliferación, la respuesta a la hipoxia y la alteración de genes clave. Si bien se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos y determinar la dosis y la efectividad de la suplementación con zinc, este estudio destaca un factor nutricional que podría ser relevante en la prevención y el manejo de los quistes ováricos endometriales y, potencialmente, en la reducción del riesgo de ciertos cánceres de ovario asociados.

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