07/09/2023
Pocas cosas hay tan desesperantes como lavarte el pelo y ver cómo en apenas 24 horas vuelve a tener mal aspecto a causa de la grasa. Esa sensación pegajosa, la falta de volumen y el aspecto descuidado pueden afectar nuestra confianza. Pero amiga, ¡no te frustres! El pelo graso es un problema común y, afortunadamente, existen soluciones efectivas. A continuación, vamos a contarte cómo quitar la grasa del pelo y así vencer este problema de una vez por todas, entendiendo sus causas y aplicando los cuidados adecuados.

Comprender por qué tu cabello tiende a ser graso es el primer paso para combatirlo eficazmente. Todos, absolutamente todos los cueros cabelludos, segregan sebo. Se trata de un aceite natural producido por las glándulas sebáceas presentes en la piel, incluyendo el cuero cabelludo. Su finalidad principal es hidratar el cabello y la piel, formando una barrera protectora contra la sequedad y los elementos externos como el sol, el viento o la contaminación. Es esencial para mantener el cabello sano, flexible y brillante de forma natural.

Si en tu caso tu pelo se ve más graso que el de otras personas, puede deberse a diferentes factores. Una causa común es una mayor producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas, lo cual puede estar influenciado por factores genéticos, hormonales (especialmente durante la adolescencia, el embarazo o cambios hormonales) o incluso el estrés. Sin embargo, y quizás lo más relevante, es que a menudo el problema no es tanto la cantidad de sebo producido, sino cómo manejamos y cuidamos nuestro cabello. Una rutina de lavado incorrecta o hábitos diarios inadecuados son causas muy frecuentes que contribuyen a que el pelo se vea graso y untuoso.
¿Por qué tengo el pelo graso? Aprendiendo sobre las Causas
Como mencionamos, la secreción de sebo es una función corporal normal y necesaria. El problema surge cuando esta secreción es excesiva o cuando no la gestionamos correctamente a través de nuestro cuidado capilar. Es cierto que algunas personas tienen una predisposición genética a tener glándulas sebáceas más activas, lo que naturalmente lleva a una mayor producción de sebo. En estos casos, el cuero cabelludo puede sentirse aceitoso poco tiempo después del lavado. Sin embargo, para la mayoría de las personas, las causas que hacen que un pelo se vea graso y pesado responden a una rutina de lavado incorrecta o a hábitos que, sin darnos cuenta, empeoran la situación.
Factores como el uso de productos inadecuados, la temperatura del agua al lavar, la frecuencia de lavado, e incluso la forma en que manipulamos nuestro cabello pueden estimular las glándulas sebáceas a producir más sebo, o simplemente distribuir el sebo existente de manera que el cabello se vea más graso.
La Clave está en el Lavado: Técnicas Infalibles
Combatir la grasa no es tanto una cuestión de la frecuencia con la que lavas tu cabello, sino de la calidad y la técnica de esos lavados. De hecho, lavar en exceso tu cabello puede ser contraproducente. Cuando lavas muy a menudo, especialmente con productos agresivos, eliminas los aceites naturales que protegen el cuero cabelludo. En respuesta a esta "sequedad", las glándulas sebáceas pueden entrar en un ciclo de sobreproducción para compensar, llevando precisamente al efecto contrario al deseado: un pelo que se engrasa aún más rápido. Por lo tanto, aprender a lavarte el pelo correctamente es fundamental para conseguir tu objetivo: un pelo limpio, sedoso, suelto y con volumen.
Aquí van unos tips infalibles sobre cómo quitar la grasa del pelo durante el proceso de lavado:
1. Cepilla tu pelo antes del lavado
Este es un paso que a menudo se omite, pero es sorprendentemente efectivo. Antes de mojar tu cabello, cepíllalo a conciencia. Una técnica muy útil es inclinarte y ponerte cabeza abajo, dejando que tu melena caiga libremente. Pasa el cepillo (preferiblemente uno de cerdas naturales o mixto) desde la raíz hasta las puntas. Esto ayuda a distribuir los aceites naturales del cuero cabelludo hacia las puntas (que suelen estar más secas), y al mismo tiempo, elimina residuos, impurezas, células muertas y restos de productos de fijación (como lacas, espumas o geles) que contribuyen a ensuciar y apelmazar tu pelo. Además, estimula la circulación sanguínea en el cuero cabelludo.
2. Utiliza agua tibia
La temperatura del agua en el lavado es absolutamente clave cuando se trata de cabello graso. Evita el agua muy fría y, sobre todo, el agua muy caliente. Si el agua está demasiado fría, no tendrá la capacidad suficiente para disolver y eliminar eficazmente la grasa y otros residuos acumulados en el cuero cabelludo y el cabello. Por otro lado, si el agua está excesivamente caliente, lo que lograrás será estimular en exceso las glándulas sebáceas, fomentando una mayor producción de sebo. El calor excesivo también puede abrir las cutículas del cabello en exceso, dejándolo más vulnerable. Así que ya sabes, nuestro consejo sobre cómo quitar la grasa del pelo es usar agua templada, que es la temperatura ideal para limpiar eficazmente sin agredir ni estimular la producción de sebo.
3. Usa un champú para cabello graso
El mercado ofrece una amplia variedad de champús formulados específicamente para cabello graso. Estos productos suelen contener ingredientes que ayudan a limpiar en profundidad el exceso de sebo y a regular la actividad de las glándulas sebáceas con el uso continuado. Busca champús que contengan ingredientes como arcilla, carbón activado, extractos de cítricos, romero, ortiga o menta, conocidos por sus propiedades purificantes y reguladoras. Elegir un champú adecuado a tu tipo de cabello y problema específico puede marcar una gran diferencia y ayudarte a conseguir mayor ligereza y volumen.
4. Di no a los sulfatos (en exceso)
Los sulfatos (como el Sodium Lauryl Sulfate o Sodium Laureth Sulfate) son agentes limpiadores muy potentes que se encuentran en muchos champús convencionales. Si bien son muy efectivos para crear espuma y arrastrar la suciedad y la grasa, pueden ser demasiado agresivos, especialmente para un cuero cabelludo con tendencia a engrasarse. Al eliminar de forma drástica todos los aceites naturales, pueden irritar el cuero cabelludo y, como mencionamos antes, provocar un efecto rebote donde las glándulas sebáceas aceleran su producción para compensar la sequedad extrema. Opta por champús sin sulfatos o con sulfatos más suaves si notas que tu cuero cabelludo reacciona negativamente a los champús tradicionales. Busca fórmulas con tensioactivos derivados de coco u otros ingredientes más delicados.
5. No frotes el cabello con fuerza
Este es otro error común. Al lavar, tendemos a frotar vigorosamente el cuero cabelludo pensando que así limpiaremos mejor. Sin embargo, frotar con demasiada fuerza puede ser contraproducente. La fricción excesiva no solo puede dañar el cabello y el cuero cabelludo, sino que también estimula las glándulas sebáceas, favoreciendo una mayor producción de grasa. El secreto sobre cómo quitar la grasa del pelo durante el lavado es aplicar un suave masaje circular con las yemas de los dedos sobre el cuero cabelludo. Este masaje suave ayuda a desprender la suciedad y el sebo sin irritar, y al mismo tiempo, activa la circulación sanguínea en la zona, lo cual es beneficioso para la salud general del cuero cabelludo y el crecimiento del cabello.
6. Exfolia tu cuero cabelludo
Al igual que exfoliamos la piel de nuestro rostro o cuerpo para eliminar células muertas e impurezas, el cuero cabelludo también se beneficia enormemente de una exfoliación periódica. La exfoliación del cuero cabelludo ayuda a eliminar la acumulación de células muertas, el exceso de sebo, restos de productos (champús secos, lacas, etc.), la polución y otras impurezas que pueden obstruir los folículos pilosos y contribuir al problema de la grasa. Un cuero cabelludo limpio y libre de obstrucciones respira mejor, está mejor oxigenado y las glándulas sebáceas pueden funcionar de manera más equilibrada. Puedes usar exfoliantes capilares específicos (físicos o químicos suaves) una vez cada 1-2 semanas, dependiendo de la sensibilidad de tu cuero cabelludo.
Hábitos Diarios para un Cabello Más Limpio
Aparte de todos estos consejos sobre cómo quitar la grasa del pelo durante el lavado, puedes aplicar en tu día a día una serie de hábitos que te ayudarán a mantener tu pelo limpio y fresco por más tiempo, reduciendo la necesidad de lavados frecuentes.
1. No toquetees tanto tu pelo
Ya lo sabemos, a veces es un gesto espontáneo, casi automático. Te ajustas el flequillo, juegas con las puntas, te apartas el pelo de la cara... Pero al tocarte repetidamente el cabello, especialmente cerca de las raíces, estás transfiriendo la grasa y la suciedad de tus manos a tu cabello. Nuestras manos acumulan aceites, cremas y suciedad a lo largo del día. Si consigues controlar un poco este hábito, notarás una mejora inmediata en la duración de la limpieza de tu cabello. Un consejo práctico para ayudarte a mitigar la tentación de tocarte el pelo es recogerlo en peinados que lo mantengan alejado de tu cara y tus manos, como una trenza, un moño alto o una coleta.
2. Ojo con sombreros y gorros
Los gorros, sombreros y cualquier tipo de accesorio que cubra la cabeza son indispensables para protegernos del frío o el sol, y también son un complemento de moda. Sin embargo, no abuses de ellos, especialmente si tienes tendencia al pelo graso. Básicamente, por dos motivos principales: uno, porque restan oxigenación al cuero cabelludo. Al cubrirlo, atrapan el calor y la humedad, creando un ambiente ideal para la proliferación de bacterias y la estimulación de las glándulas sebáceas. El cuero cabelludo "no respira" adecuadamente. Y el segundo motivo, porque al oprimir el cabello contra el cuero cabelludo, acercamos las hebras a la fuente de producción de grasa (las raíces) y propiciamos que el sebo se distribuya rápidamente por el tallo capilar, dando ese efecto aceitoso y apelmazado que tanto odiamos.
3. Aplica la mascarilla (y el acondicionador) correctamente
Los productos hidratantes como las mascarillas y los acondicionadores son esenciales para mantener el cabello nutrido y saludable, pero si se aplican incorrectamente, pueden empeorar el problema del pelo graso. La regla de oro es aplicarlos de medios a puntas, evitando las raíces. La zona cercana al cuero cabelludo ya recibe hidratación natural del sebo, y aplicar productos extra pesados o hidratantes ahí solo añadirá más peso y grasa. Además, una vez transcurrido el tiempo de exposición adecuado, asegúrate de eliminar bien todo rastro de producto aclarando con abundante agua. Dejar residuos de acondicionador o mascarilla es una de las causas más comunes de que el cabello se vea apelmazado y graso poco después del lavado. Un aclarado profundo y completo es una de las claves de cómo quitar la grasa del pelo de forma efectiva.
4. No achicharres tu pelo con secador y planchas
Las herramientas de calor como secadores, planchas y rizadores son grandes aliados para peinar, pero su uso excesivo o a temperaturas muy altas puede ser perjudicial, especialmente para el cuero cabelludo graso. Aplicar calor directo e intenso a tu pelo provoca que este se deshidrate y se seque de forma artificial. Cuando el cuero cabelludo detecta esta sequedad en el cabello, puede interpretar que necesita producir más sebo para lubricarlo y protegerlo. El resultado es un ciclo vicioso: usas calor, el pelo se seca, el cuero cabelludo produce más grasa, el pelo se engrasa más rápido. Úsalos con moderación, siempre que sea posible a temperaturas no excesivamente altas, y utiliza siempre un producto protector del calor antes de aplicarlos. Esto crea una barrera que minimiza el daño y la deshidratación.
5. Reduce grasas (y mejora tu dieta)
Sí, aunque no lo creas, la salud de tu pelo también está relacionada con lo que comes. Una dieta rica en grasas saturadas y azúcares refinados puede influir en la producción de sebo de la piel, incluyendo el cuero cabelludo. Trata de reducir el consumo de alimentos muy grasos, fritos y procesados. Asegúrate de introducir en tu dieta alimentos que aporten nutrientes esenciales para la salud capilar, como vitaminas del grupo B, zinc, y ácidos grasos esenciales omega-3 (presentes en pescados azules, nueces, semillas de lino). Una nutrición equilibrada contribuye a un cuero cabelludo más sano y, por ende, a una producción de sebo más regulada.
Soluciones entre Lavados: El Poder del Champú en Seco
Ya te lo hemos dicho en numerosas ocasiones y no nos cansaremos de repetírtelo: lavar demasiado a menudo tu melena no es la solución al pelo graso, sino que contribuirá a empeorar tu problema. A más lavados (agresivos), mayor producción de sebo. Por eso, una excelente estrategia de cómo quitar la grasa del pelo y alargar el tiempo entre lavados es incorporar el uso de un buen champú en seco.
Los champús en seco son productos diseñados para absorber el exceso de grasa y refrescar el cabello sin necesidad de usar agua. Son una solución rápida y eficaz para esos días en los que no tienes tiempo para lavar tu cabello o simplemente quieres espaciar los lavados para no sobre-estimular el cuero cabelludo.
Marcas como Batiste, por ejemplo, desarrollan sus champús en seco con ingredientes como extracto de arroz o almidón, que actúan como agentes absorbentes. Estos polvos finos se adhieren al sebo presente en el cuero cabelludo y la raíz del cabello, absorbiéndolo y haciendo que el cabello se vea más limpio, ligero y con más volumen al instante. Precisamente por eso, podrás recurrir a los champús en seco siempre que quieras y estés donde estés, siendo una herramienta muy práctica en tu rutina capilar.
En apenas unos segundos, tu melena puede pasar de tener un aspecto graso y apelmazado a lucir mucho más fresca y con vida. Y usarlo no puede ser más sencillo. Te recordamos cómo hacerlo:
- Agita bien el producto: Esto es crucial para activar los polvos absorbentes.
- Divide el cabello: Separa el pelo por secciones o capas para poder aplicar el producto directamente en las raíces, que es donde se acumula la grasa.
- Aplica en las raíces: Pulveriza el champú directamente sobre las raíces desde una distancia de unos 20-30 centímetros. No apliques demasiado en un solo punto, distribúyelo de forma uniforme.
- Masajea el cuero cabelludo: Con las yemas de los dedos, realiza un ligero masaje en las zonas donde aplicaste el producto. Esto ayuda a que el polvo absorbente se distribuya bien y capture la grasa.
- Cepilla el cabello: Finalmente, cepilla tu pelo para eliminar cualquier residuo visible del producto (aunque los buenos champús en seco no suelen dejar rastro si se usan correctamente) y para darle el volumen y estilo que buscas.
¡Más fácil, imposible! El champú en seco es un salvavidas para gestionar el pelo graso en el día a día.
Preguntas Frecuentes sobre el Pelo Graso
A continuación, respondemos algunas dudas comunes que surgen al lidiar con el cabello graso:
¿Con qué frecuencia debo lavar mi pelo si es graso?
No hay una respuesta única, ya que depende de cada persona y la severidad de la grasa. Sin embargo, la recomendación general es evitar lavarlo a diario, ya que esto puede empeorar el problema por el efecto rebote que mencionamos. Intenta espaciar los lavados gradualmente, quizás lavando cada dos días al principio, y luego cada tres. El champú en seco puede ser tu mejor aliado durante este proceso de adaptación.
¿Puedo usar acondicionador o mascarilla si tengo el pelo graso?
¡Sí, definitivamente! El cabello graso también necesita hidratación, especialmente en las puntas, que pueden estar secas. Lo crucial es la forma de aplicarlos: siempre de medios a puntas, evitando la raíz. Y asegúrate de aclarar muy bien para no dejar ningún residuo que pueda apelmazar el cabello.
¿Qué ingredientes debo buscar o evitar en mis productos capilares?
Busca champús con ingredientes purificantes y reguladores como arcilla, carbón activado, extractos de plantas (romero, ortiga, árbol de té, menta). Evita, en la medida de lo posible, los champús con sulfatos muy agresivos si notas que resecan tu cuero cabelludo. También evita productos con siliconas pesadas en las raíces, ya que pueden acumularse y contribuir a que el pelo se vea graso y sin vida.
Lidiar con el pelo graso puede ser un desafío, pero con la rutina de lavado adecuada, cambiando algunos hábitos diarios y utilizando herramientas como el champú en seco, puedes controlar el exceso de sebo y disfrutar de un cabello con aspecto limpio, fresco y saludable por más tiempo. ¡No te desanimes y pon en práctica estos consejos!
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