12/08/2023
Las aftas, también conocidas como úlceras bucales, son pequeñas lesiones que se forman en el tejido blando dentro de la boca. A menudo, las encontramos en el interior de las mejillas, debajo de la lengua o incluso en la parte posterior de la garganta, cerca de las amígdalas. Estas llagas suelen presentar una forma redonda u ovalada, con un centro de color grisáceo o blanquecino rodeado por un borde rojo bien definido. Si bien no son contagiosas, a diferencia del herpes labial causado por el virus del herpes simple, pueden ser extremadamente dolorosas e interferir significativamente con actividades cotidianas como comer, beber e incluso hablar.
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Aunque en la mayoría de los casos las aftas desaparecen por sí solas en una o dos semanas, entender por qué aparecen, especialmente en zonas tan sensibles como la garganta o las amígdalas, puede ayudarnos a prevenirlas y manejarlas mejor. A veces, la causa específica detrás de una afta es desconocida, pero frecuentemente están relacionadas con diversos factores que irritan o debilitan la mucosa bucal.

Entendiendo las Aftas Bucales
Antes de profundizar en por qué aparecen en la garganta, es útil entender qué son las aftas en general. Son un tipo de úlcera de la mucosa oral, es decir, una pérdida localizada de la capa superficial del tejido que recubre la boca. Su aparición puede ser recurrente para muchas personas, lo que sugiere una predisposición o sensibilidad a ciertos desencadenantes.
El dolor asociado a las aftas se debe a la exposición de las terminaciones nerviosas en la base de la úlcera. Este dolor puede variar en intensidad, desde una molestia leve hasta un dolor agudo que dificulta tragar, especialmente cuando las aftas se localizan en la parte posterior de la boca o en las amígdalas.
Causas Comunes Detrás de las Aftas en la Garganta
La aparición de aftas, particularmente en áreas como las amígdalas o la parte posterior de la garganta, está ligada a los mismos factores que las provocan en otras partes de la boca, pero con una posible influencia adicional de lo que ingerimos. Según la información disponible, varias causas pueden desencadenar estas dolorosas llagas:
- Infecciones Virales: Aunque las aftas en sí mismas no son causadas por el virus del herpes simple (que causa el herpes labial), pueden ser una manifestación o estar asociadas con otras infecciones virales. Un sistema inmunitario debilitado por una infección viral podría ser más propenso a desarrollar estas lesiones.
- Estrés: El estrés emocional y físico es un desencadenante muy común de las aftas. Los períodos de alta tensión pueden afectar el sistema inmunitario y la salud general del cuerpo, incluyendo la predisposición a desarrollar úlceras bucales. El impacto del estrés en nuestro cuerpo es profundo y puede manifestarse de diversas maneras, siendo las aftas una de ellas.
- Alergias a Alimentos: Ciertas sensibilidades o alergias a alimentos específicos pueden provocar una reacción inflamatoria en la boca y la garganta, llevando a la formación de aftas. Identificar y evitar estos alimentos puede ser clave para prevenir su aparición.
- Deficiencias Nutricionales: La falta de ciertas vitaminas y minerales esenciales puede contribuir a la aparición de aftas. Específicamente, la carencia de vitaminas del grupo B, hierro o ácido fólico se ha asociado con una mayor susceptibilidad. Estos nutrientes son vitales para mantener la salud de los tejidos y el correcto funcionamiento del sistema inmunitario.
- Cambios Hormonales: Las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante el ciclo menstrual, pueden ser un factor desencadenante en algunas personas. Esto explica por qué ciertas mujeres pueden notar una relación entre la aparición de aftas y sus períodos.
- Irritación Local: Si bien las aftas en la garganta no suelen ser causadas por mordeduras accidentales como las de la mejilla, sí pueden ser provocadas por la irritación directa de ciertos alimentos o bebidas. Comer alimentos muy ácidos (como cítricos o tomates) o muy picantes puede dañar la delicada mucosa de la garganta y las amígdalas al tragar, creando un ambiente propicio para que se desarrolle una úlcera. La ingestión de bebidas irritantes también puede tener este efecto.
- Causa Desconocida: En muchos casos, a pesar de investigar posibles desencadenantes, la causa exacta de las aftas sigue siendo un misterio. Se les conoce entonces como aftas recurrentes de origen desconocido.
Cuando las aftas aparecen en las amígdalas o la parte posterior de la garganta, la exposición directa a alimentos y bebidas durante la deglución parece jugar un papel especialmente relevante en su aparición y en la intensidad del dolor.
Diferenciando las Aftas de un Dolor de Garganta Común
Sentir dolor en la garganta puede ser alarmante, y es natural pensar en resfriados, gripe, amigdalitis o faringitis. Sin embargo, como se menciona, ese dolor podría ser causado por una úlcera bucal localizada en una amígdala. ¿Cómo distinguirlas?
Un dolor de garganta típico, asociado con infecciones virales o bacterianas (como la amigdalitis estreptocócica), a menudo se presenta con inflamación generalizada de la garganta y las amígdalas. Las amígdalas pueden verse rojas, inflamadas, y a veces presentan puntos blancos o pus. El dolor suele ser más difuso y puede estar acompañado de otros síntomas como fiebre, tos, secreción nasal o ganglios linfáticos inflamados en el cuello. Además, este tipo de infección generalmente afecta a ambas amígdalas.
Por otro lado, una afta en la amígdala se presenta como una lesión localizada, generalmente una úlcera bien definida, redonda u ovalada, con el borde rojo y el centro grisáceo, que puede aparecer en una sola amígdala. La amígdala afectada puede sentirse inflamada o irritada en el punto de la úlcera, pero la inflamación no suele ser tan generalizada como en una infección. El dolor es agudo y específico en la ubicación de la úlcera. Mirar dentro de la boca con un espejo puede ayudar a identificar visualmente la lesión si está al alcance de la vista.
Aunque a veces el dolor de una afta en la garganta puede sentirse muy similar al de un dolor de garganta infeccioso, la ausencia de otros síntomas sistémicos (como fiebre alta o malestar general significativo) y la observación de la lesión característica son pistas importantes para diferenciarlas.
Manejo y Alivio en Casa
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, las aftas en la garganta no requieren atención médica urgente y pueden manejarse eficazmente en casa para aliviar el dolor y promover la curación. Aquí hay algunas estrategias recomendadas:
- Enjuagues Bucales: Los enjuagues con agua tibia y sal son un remedio clásico y efectivo. Mezcla una cucharadita de sal en media taza de agua tibia y haz gárgaras suaves, asegurándote de que el líquido entre en contacto con la úlcera. La sal ayuda a limpiar la zona y puede tener un efecto calmante temporal. Otro enjuague útil es con bicarbonato de sodio: mezcla una cucharadita de bicarbonato de sodio en media taza de agua tibia. Las gárgaras con esta solución pueden ayudar a neutralizar los ácidos y aliviar el dolor. Después de hacer gárgaras, escupe la solución; no la tragues.
- Medicamentos de Venta Libre: Para reducir la inflamación y aliviar el dolor, puedes tomar analgésicos y antiinflamatorios de venta libre como ibuprofeno o paracetamol. Sigue siempre las indicaciones del fabricante.
- Alimentos y Bebidas: Presta mucha atención a lo que comes y bebes. Opta por alimentos blandos, tibios o fríos que sean fáciles de tragar y que no irriten la úlcera. El helado puede ser sorprendentemente calmante. Sopas tibias (no calientes) y el té caliente también pueden proporcionar alivio.
- Evitar Irritantes: Es crucial evitar alimentos y bebidas que puedan empeorar la úlcera. Esto incluye alimentos ácidos (cítricos, tomates, vinagre), picantes, salados, muy duros o crujientes, y bebidas irritantes. Presta atención a qué alimentos específicos parecen desencadenar tus aftas y evítalos, especialmente durante un brote.
- Ungüentos y Cremas Tópicas: Aunque el acceso a las aftas en la garganta puede ser difícil, existen ungüentos o cremas diseñadas para aftas que contienen agentes protectores o analgésicos. Si puedes aplicarlo de manera segura y efectiva en la lesión, podría ofrecer alivio. Sin embargo, la localización en la garganta a menudo hace que esta opción sea menos práctica que los enjuagues.
El objetivo principal del tratamiento casero es aliviar el dolor, prevenir una mayor irritación y permitir que el cuerpo cure la úlcera naturalmente. La paciencia es clave, ya que la curación completa puede llevar tiempo.

Preguntas Frecuentes sobre Aftas en la Garganta
Aquí respondemos algunas dudas comunes:
¿Son contagiosas las aftas en la garganta?
No, las aftas (úlceras bucales) no son contagiosas. Puedes estar cerca de otras personas sin riesgo de transmitirles la condición.
¿Cuánto tiempo duran las aftas en la garganta?
Generalmente, las aftas desaparecen por sí solas en aproximadamente una o dos semanas. El dolor suele ser más intenso durante los primeros días y disminuye gradualmente a medida que la úlcera sana.
¿Puedo comer y beber normalmente con aftas en la garganta?
Es posible, pero a menudo es doloroso. Se recomienda evitar alimentos y bebidas irritantes (ácidos, picantes, muy calientes) y optar por opciones blandas y frescas para minimizar las molestias al tragar.
¿Cuándo debo consultar a un médico?
Aunque la mayoría de las aftas se curan solas, deberías consultar a un médico o dentista si: las aftas son unusually grandes; aparecen constantemente; el dolor es insoportable y no se alivia con remedios caseros; tienes fiebre alta u otros síntomas significativos junto con las aftas; o si las llagas tardan más de tres semanas en curarse.
¿Las deficiencias de vitaminas causan aftas?
Sí, la falta de ciertas vitaminas (especialmente del grupo B) y minerales como el hierro o el ácido fólico se ha asociado con una mayor probabilidad de desarrollar aftas.
¿El estrés realmente influye en la aparición de aftas?
Sí, el estrés es un desencadenante reconocido para muchas personas. Gestionar el estrés puede ayudar a reducir la frecuencia de los brotes.
Conclusión
Las aftas en la garganta pueden ser una experiencia dolorosa y molesta, a menudo confundida con un simple dolor de garganta. Sin embargo, entender que son úlceras localizadas, generalmente no contagiosas y causadas por factores como el estrés, deficiencias nutricionales, alergias o irritación por alimentos, nos permite abordarlas de manera más efectiva. Si bien desaparecen por sí solas, los remedios caseros como los enjuagues de agua con sal o bicarbonato, junto con el cuidado en la elección de alimentos, pueden proporcionar un alivio significativo del dolor y acelerar el proceso de curación. Prestar atención a los posibles desencadenantes personales también puede ser de gran ayuda para prevenir futuros brotes. Recuerda que, ante aftas persistentes, muy dolorosas o acompañadas de otros síntomas preocupantes, siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional.
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