02/08/2024
El embarazo es una etapa de transformación asombrosa para el cuerpo de una mujer. Con el crecimiento del útero, que pasa del tamaño de una naranja a ser tan grande como una sandía, y la creación de la placenta, es natural experimentar sensaciones nuevas e inusuales. Una de las más comunes es la presión en la zona vaginal, pélvica o en el abdomen bajo. Esta sensación puede presentarse en cualquier momento de los tres trimestres y su intensidad varía considerablemente de una mujer a otra.

Algunas futuras madres describen una presión intensa y localizada en la vagina, mientras que otras sienten un dolor más difuso en toda la pelvis o una sensación general de pesadez en la parte inferior del cuerpo. Al final del embarazo, esta presión a menudo se relaciona con el peso del bebé que descansa sobre el piso pélvico. Sin embargo, existen múltiples factores que pueden contribuir a esta sensación en diferentes etapas.
¿Qué Causa la Presión Según el Trimestre?
La causa subyacente de la presión puede diferir significativamente dependiendo de cuán avanzado esté el embarazo. Entender estas diferencias puede ayudar a las mujeres a sentirse más preparadas y a saber cuándo buscar consejo médico.
Primer Trimestre: El Papel de las Hormonas
Durante las primeras semanas de gestación, el aumento de peso del bebé aún no es suficiente para causar una presión significativa. En cambio, la principal responsable en esta etapa suele ser la hormona relaxina. Esta hormona es crucial para el embarazo y el parto, ya que ayuda a relajar los músculos y ligamentos del cuerpo, especialmente en la zona pélvica, facilitando que el bebé pase a través del canal de parto más adelante.
Los niveles de relaxina son particularmente altos al comienzo del embarazo, ya que también desempeñan un papel en la implantación exitosa del óvulo fertilizado en el revestimiento uterino. En algunas mujeres, esta relajación de músculos y ligamentos puede manifestarse como dolor muscular, tensión o una sensación de presión dentro o alrededor de la vagina. Estudios en modelos animales sugieren que la relaxina puede incluso debilitar los ligamentos que sostienen la pelvis, lo que podría contribuir a esa sensación de algo que presiona hacia abajo.
Segundo y Tercer Trimestres: Peso y Debilidad Pélvica
A medida que el embarazo progresa hacia el segundo y tercer trimestres, la combinación de dos factores principales suele ser la causa de la presión vaginal y pélvica: un piso pélvico debilitado y el creciente peso del útero y el bebé.
El piso pélvico es una estructura muscular en forma de hamaca o cabestrillo que sostiene órganos vitales como el útero, la vagina, la uretra y la vejiga. El embarazo ejerce una presión constante sobre estos músculos, lo que puede llevar a su debilitamiento con el tiempo. Las mujeres que han tenido partos vaginales previos pueden tener un piso pélvico ya afectado, lo que lo hace más susceptible al debilitamiento en embarazos posteriores.
Simultáneamente, el peso adicional del embarazo se vuelve cada vez más notable a partir del segundo trimestre. El útero en expansión y el bebé en crecimiento ejercen una presión descendente cada vez mayor sobre la parte inferior del cuerpo, incluyendo la pelvis y el piso pélvico. Cuando el piso pélvico está debilitado, esta presión puede causar una sensación de llenura o peso en la vagina, así como dolor generalizado y presión en las caderas y la pelvis.
Presión al Final del Embarazo: ¿Señal de Parto?
En las últimas semanas del embarazo, la presión en la pelvis puede ser una de las primeras señales de que el parto se acerca. Si esta presión se acompaña de calambres abdominales o una sensación de que algo empuja el útero hacia abajo, podría significar que el cuerpo se está preparando para dar a luz.
Causas Comunes de Presión en Cualquier Trimestre
Además de los cambios relacionados con el crecimiento uterino y las hormonas, existen otras afecciones que pueden causar una sensación de presión vaginal o pélvica en cualquier etapa del embarazo.
Constipación: El estreñimiento es una queja muy común durante todo el embarazo debido a los cambios hormonales que ralentizan el movimiento intestinal y la presión del útero sobre el intestino. La acumulación de heces duras puede causar una sensación de llenura o presión en la zona pélvica y vaginal. Mantenerse bien hidratada y consumir alimentos ricos en fibra como frutas y verduras puede ayudar a aliviar este problema.
Infecciones de la vejiga: Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones del tracto urinario (ITU) o infecciones de la vejiga. Estas infecciones pueden manifestarse como presión o dolor en la zona pélvica o vaginal. Otros síntomas típicos incluyen dificultad o dolor al orinar, necesidad frecuente de ir al baño, y a veces fiebre. Es fundamental consultar a un médico si se sospecha una infección de vejiga, ya que son fáciles de tratar con antibióticos seguros durante el embarazo, pero una infección no tratada puede empeorar y aumentar el riesgo de complicaciones.
Prolapso de órganos pélvicos (POP): Aunque es menos común durante el embarazo en mujeres jóvenes sin partos previos, si la presión vaginal es muy intensa, podría ser un signo de POP. Esta condición ocurre cuando uno o más órganos pélvicos (como la vejiga, el útero o el recto) descienden de su posición normal y pueden empujar hacia la vagina o el recto. El POP es tratable, pero puede causar síntomas incómodos como incontinencia (dificultad para controlar la vejiga o el intestino), dolor intenso y, en casos raros, complicaciones graves. Si sientes una presión intensa y repentina, tienes problemas para controlar tus funciones de eliminación, o notas una sensación de que algo empuja hacia afuera de la vagina, debes buscar atención médica de inmediato.
Cuello uterino débil: En algunas mujeres, el cuello uterino (la parte inferior del útero que se abre durante el parto) puede ser más débil de lo normal, una condición conocida como incompetencia o insuficiencia cervical. Un cuello uterino débil puede no ser capaz de soportar el peso creciente del embarazo, lo que potencialmente podría llevar a un aborto espontáneo tardío o a un parto prematuro. A menudo, no hay síntomas evidentes hasta que el cuello uterino comienza a acortarse o dilatarse prematuramente, lo que podría sentirse como una presión pélvica. En la mayoría de los casos, un cuello uterino débil es tratable, a menudo con un procedimiento llamado cerclaje (una sutura para reforzar el cuello uterino), si se diagnostica a tiempo.
¿Cuándo Consultar a un Médico?
Si bien sentir cierta presión en la zona pélvica o vaginal es una experiencia normal para muchas mujeres embarazadas, hay situaciones en las que esta sensación podría indicar un problema que requiere atención médica. Es importante contactar a tu profesional de la salud si experimentas:
- Presión vaginal o pélvica intensa y repentina.
- Cualquier presión acompañada de sangrado vaginal.
- Presión junto con dolor al orinar, dificultad para orinar, necesidad urgente o frecuente de ir al baño, o fiebre, ya que podría ser una infección de vejiga.
- Sensación de que algo está empujando hacia afuera de la vagina.
- Dificultad para controlar tus movimientos intestinales o la vejiga.
- Presión en el tercer trimestre acompañada de calambres abdominales rítmicos o sensación de presión constante en el útero, lo que podría ser una señal de parto prematuro o de inicio del parto.
- Cualquier otra preocupación que tengas sobre tus síntomas, por pequeña que parezca. Es mejor pecar de precavida y buscar el consejo de un profesional.
Preguntas Frecuentes sobre la Presión en el Embarazo
Aquí respondemos algunas dudas comunes que surgen acerca de la sensación de presión durante la gestación.
¿Es normal sentir presión vaginal al principio del embarazo?
Sí, es bastante común. En el primer trimestre, la presión suele estar relacionada con los cambios hormonales, específicamente la acción de la relaxina en los músculos y ligamentos pélvicos.
¿Por qué siento más presión al final del embarazo?
En el segundo y tercer trimestre, la presión se debe principalmente al aumento del peso del bebé y el útero, combinado con el posible debilitamiento natural del piso pélvico debido al embarazo.
¿Puede la constipación causar presión pélvica?
Absolutamente. La acumulación de heces en el intestino puede ejercer presión sobre los órganos pélvicos, generando una sensación de llenura o presión en la zona.
¿La presión vaginal siempre significa que algo anda mal?
No, en la mayoría de los casos, la presión es una sensación normal relacionada con los cambios físicos del embarazo. Sin embargo, es crucial estar atenta a otros síntomas acompañantes que podrían indicar condiciones como infecciones, prolapso o problemas cervicales, y consultar al médico si hay preocupación.
¿La presión pélvica significa que estoy a punto de dar a luz?
Al final del embarazo, una presión descendente puede ser una señal temprana de parto, especialmente si viene acompañada de contracciones o calambres. Sin embargo, también puede ser solo el bebé encajándose más en la pelvis. Si tienes dudas o estás cerca de la fecha de parto, contacta a tu médico.
Conclusión
Sentir presión en la zona pélvica o vaginal es una parte frecuente de la experiencia del embarazo, reflejo de los profundos cambios que ocurren en tu cuerpo para albergar y hacer crecer a tu bebé. Desde la influencia hormonal inicial hasta el peso del bebé en las etapas finales, varias causas pueden estar detrás de esta sensación. Si bien a menudo es inofensiva, es vital conocer los signos de alarma que podrían indicar una condición subyacente que requiere atención médica. Escucha a tu cuerpo y no dudes en comunicar cualquier síntoma o preocupación a tu profesional de la salud para asegurar un embarazo saludable y tranquilo.
Si quieres conocer otros artículos parecidos a Presión en el Vientre Durante el Embarazo puedes visitar la categoría Acupuntura.
Conoce mas Tipos