18/12/2007
El dolor debajo de la rodilla es una molestia común que puede afectar significativamente tu calidad de vida y limitar tus actividades diarias. Ya sea un dolor agudo después de un esfuerzo físico o una molestia crónica que te acompaña constantemente, identificar la causa es el primer paso crucial para encontrar el alivio efectivo. A menudo, este tipo de dolor puede deberse a una variedad de factores, desde lesiones musculares o tendinosas hasta problemas articulares o incluso afecciones inflamatorias. Comprender las opciones de diagnóstico y tratamiento es fundamental para abordar el problema de raíz y recuperar la funcionalidad de tu rodilla.

Este artículo te guiará a través del proceso típico que seguirías para entender y tratar el dolor en esta área, explorando las diferentes herramientas que los profesionales de la salud utilizan para determinar la causa y las diversas estrategias de tratamiento disponibles, desde enfoques conservadores hasta intervenciones más avanzadas.

El Proceso de Diagnóstico: Entendiendo la Causa del Dolor
Cuando experimentas dolor debajo de la rodilla, el médico iniciará el proceso con una evaluación exhaustiva para determinar la causa subyacente. Este proceso generalmente incluye una exploración física detallada y, en muchos casos, pruebas de diagnóstico por imágenes y análisis de laboratorio.
Exploración Física Detallada
Durante la consulta, el médico examinará cuidadosamente tu rodilla. Esto implica:
- Inspeccionar visualmente la rodilla para detectar signos de hinchazón, enrojecimiento, hematomas visibles o cualquier deformidad aparente.
- Palpar el área para identificar puntos específicos de dolor, sensibilidad o calor, que podrían indicar inflamación o lesión.
- Evaluar el rango de movimiento de la parte inferior de la pierna, pidiéndote que muevas la rodilla en diferentes direcciones para detectar limitaciones o dolor durante el movimiento.
- Realizar pruebas específicas, empujando o tirando de la articulación en ciertas direcciones, para evaluar la estabilidad y la integridad de los ligamentos y otras estructuras de soporte dentro y alrededor de la rodilla.
Esta evaluación inicial proporciona pistas vitales sobre la naturaleza y la ubicación del problema que está causando el dolor.
Pruebas de Diagnóstico por Imágenes
Para obtener una visión más profunda de las estructuras internas de la rodilla, el médico puede solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes. Estas herramientas son esenciales para visualizar huesos, cartílagos, ligamentos, tendones y otros tejidos blandos.
| Prueba de Imagen | Descripción | Utilidad en Dolor de Rodilla |
|---|---|---|
| Radiografías (Rayos X) | Utilizan radiación para crear imágenes de estructuras densas como huesos. | Ayudan a detectar fracturas óseas, espolones o signos de enfermedades articulares degenerativas como la artrosis. Suelen ser el primer paso. |
| Tomografía Computarizada (TC) | Combina múltiples imágenes de rayos X desde diferentes ángulos para crear vistas transversales detalladas. | Útil para diagnosticar problemas óseos complejos, fracturas sutiles o para identificar depósitos cristalinos en afecciones como la gota, incluso sin inflamación activa. |
| Ecografía (Ultrasonido) | Usa ondas sonoras para producir imágenes en tiempo real de tejidos blandos. | Permite visualizar tendones, ligamentos, músculos, bursas y la presencia de líquido. Es dinámica, permitiendo evaluar estructuras mientras se mueve la rodilla. |
| Imágenes por Resonancia Magnética (IRM) | Utiliza ondas de radio y un campo magnético potente para generar imágenes tridimensionales detalladas de tejidos blandos. | Excelente para evaluar lesiones de ligamentos (como los cruzados o colaterales), meniscos (cartílago), tendones y músculos. Proporciona una visión muy clara de las estructuras internas de la articulación. |
Análisis de Laboratorio
Si el médico sospecha que el dolor se debe a una infección o a una afección inflamatoria como la artritis reumatoide o la gota, puede solicitar análisis de sangre específicos. En algunos casos, se puede realizar una artrocentesis, que consiste en extraer una pequeña muestra de líquido sinovial de la articulación de la rodilla con una aguja para analizarla en busca de signos de infección, cristales (como en la gota) o marcadores inflamatorios.
El diagnóstico preciso es fundamental para determinar el curso de tratamiento más adecuado para tu dolor debajo de la rodilla.
Opciones de Tratamiento para el Dolor Bajo la Rodilla
Una vez que se ha identificado la causa del dolor, el médico diseñará un plan de tratamiento personalizado. Las opciones varían ampliamente dependiendo de la condición específica.
Medicamentos
Pueden recetarse o recomendarse medicamentos para aliviar el dolor y/o tratar la condición subyacente. Estos pueden incluir:
- Analgésicos de venta libre como ibuprofeno o naproxeno sódico para reducir el dolor y la inflamación leve a moderada.
- Cremas tópicas que contienen agentes analgésicos como lidocaína o capsaicina para alivio localizado.
- Medicamentos recetados más potentes para el dolor o para tratar enfermedades específicas como la artritis reumatoide o la gota.
Terapia Física y Rehabilitación
La fisioterapia es un componente crucial en el tratamiento del dolor de rodilla, especialmente si está relacionado con debilidad muscular, desequilibrios o patrones de movimiento incorrectos. Un fisioterapeuta puede ayudarte a:
- Fortalecer los músculos que rodean la rodilla (cuádriceps, isquiotibiales, gemelos) para mejorar la estabilidad articular.
- Realizar ejercicios para mejorar la flexibilidad y el equilibrio.
- Identificar y corregir patrones de movimiento que puedan estar contribuyendo al dolor, lo cual es especialmente importante para deportistas o personas activas.
Además de la terapia física, el uso de soportes como plantillas ortopédicas (especialmente útiles en casos de artrosis para redistribuir la presión) o diferentes tipos de rodilleras puede proporcionar estabilidad y protección a la articulación.
Inyecciones Articulares
En algunos casos, inyectar sustancias directamente en la articulación de la rodilla puede ofrecer alivio. Las opciones comunes incluyen:
- Corticosteroides: Potentes antiinflamatorios que pueden aliviar los síntomas de un brote de artritis y reducir el dolor durante varios meses. Su efectividad varía entre individuos.
- Ácido Hialurónico: Un lubricante natural que se inyecta para mejorar la movilidad y reducir el dolor, especialmente en casos de artrosis. El alivio puede durar hasta seis meses, aunque los resultados de los estudios son diversos.
- Plasma Rico en Plaquetas (PRP): Se obtiene de la propia sangre del paciente y contiene factores de crecimiento que pueden reducir la inflamación y promover la curación. Se ha investigado su potencial en la osteoartritis, aunque se necesita más investigación para confirmar su eficacia general.
Intervenciones Quirúrgicas
Si el dolor es severo, no responde a tratamientos conservadores o se debe a una lesión estructural significativa, la cirugía puede ser una opción. La decisión de operar suele sopesar los beneficios de la rehabilitación no quirúrgica frente a la reconstrucción quirúrgica.
- Cirugía Artroscópica: Un procedimiento mínimamente invasivo donde se utilizan pequeñas incisiones, una cámara (artroscopio) y herramientas delgadas para examinar y reparar el daño interno. Se usa para extirpar cuerpos sueltos, reparar cartílago dañado (meniscos) o reconstruir ligamentos desgarrados (como el ligamento cruzado anterior).
- Cirugía de Reemplazo Parcial de Rodilla: Se reemplaza solo la parte más dañada de la articulación con implantes de metal y plástico. Es menos invasiva que un reemplazo total y puede permitir una recuperación más rápida.
- Reemplazo Total de Rodilla: Se reemplaza toda la articulación dañada (extremos del fémur y la tibia, y a veces la rótula) con una articulación artificial. Es un procedimiento mayor para casos de artrosis severa o daño articular extenso.
- Osteotomía: Implica cortar y realinear el hueso (tibia o fémur) para redistribuir la carga sobre la articulación y aliviar el dolor, a menudo utilizado para retrasar un reemplazo total de rodilla en pacientes más jóvenes con artrosis en un lado de la rodilla.
Remedios Caseros y Estilo de Vida
Además de los tratamientos médicos, hay medidas de cuidado personal que puedes implementar en casa para ayudar a controlar el dolor y la inflamación debajo de la rodilla.
- Descanso: Reducir la carga sobre la rodilla afectada es crucial, especialmente después de una lesión o durante un brote de dolor. Unos pocos días de descanso pueden ser suficientes para lesiones leves, mientras que las más graves requieren más tiempo.
- Hielo: Aplicar hielo ayuda a reducir el dolor, la hinchazón y la inflamación. Usa una compresa de hielo envuelta en una toalla fina durante no más de 20 minutos cada vez, varias veces al día, para evitar daños en la piel o los nervios.
- Compresión: Usar una venda elástica o una rodillera de compresión puede ayudar a limitar la hinchazón y proporcionar soporte. Asegúrate de que esté ajustada pero no tanto como para cortar la circulación.
- Elevación: Elevar la pierna por encima del nivel del corazón ayuda a reducir la hinchazón al facilitar el drenaje de líquido. Usa almohadas para apoyar la pierna mientras descansas o duermes.
- Calor: Algunas personas encuentran alivio temporal aplicando calor (una almohadilla térmica o bolsa de agua caliente) al área dolorida. Esto puede ayudar a relajar los músculos tensos.
La combinación de estas medidas, a menudo conocida por el acrónimo R.I.C.E. (Rest, Ice, Compression, Elevation), es una estrategia común y efectiva para el manejo inicial de muchas lesiones de rodilla.
Medicina Alternativa: La Acupuntura como Opción
Dentro de las opciones de medicina alternativa, la acupuntura ha mostrado potencial como herramienta para aliviar el dolor de rodilla, particularmente el causado por la osteoartritis. La acupuntura, una práctica de la medicina tradicional china, consiste en la inserción de agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo. Aunque se necesita más investigación para comprender completamente sus mecanismos y eficacia en todas las causas de dolor de rodilla, algunos estudios sugieren que puede ser beneficiosa para reducir el dolor y mejorar la función en ciertos pacientes con osteoartritis de rodilla. Es una opción que algunos pacientes exploran como complemento a los tratamientos convencionales.
Preparación para la Consulta Médica
Si experimentas dolor persistente o severo debajo de la rodilla, es importante consultar a un médico. Inicialmente, puedes visitar a tu médico de cabecera, quien podría derivarte a un especialista, como un reumatólogo (especialista en articulaciones), un cirujano ortopédico o un médico deportólogo.
Para aprovechar al máximo tu consulta, considera preparar la siguiente información:
- ¿Cuándo comenzó el dolor y fue precedido por alguna lesión específica?
- ¿El dolor es constante u ocasional?
- ¿Qué tan intenso es el dolor en una escala del 1 al 10?
- ¿Hay algo que parezca mejorar o empeorar el dolor (actividades, posturas, medicamentos)?
- ¿Qué medicamentos, suplementos o remedios caseros estás utilizando actualmente?
- ¿Tienes otros síntomas además del dolor de rodilla (hinchazón, chasquidos, bloqueo, inestabilidad)?
- ¿Has tenido dolor de rodilla anteriormente?
Preparar estas respuestas te ayudará a proporcionar al médico una imagen clara de tu situación, facilitando un diagnóstico y plan de tratamiento precisos.
Preguntas Frecuentes sobre el Dolor Bajo la Rodilla
Aquí respondemos algunas preguntas comunes sobre el dolor en esta área:
¿Qué causa el dolor justo debajo de la rótula?
Puede deberse a diversas causas, incluyendo tendinitis rotuliana (rodilla del saltador), enfermedad de Osgood-Schlatter (en adolescentes en crecimiento), bursitis infrapatelar, o problemas con el cartílago debajo de la rótula.
¿El dolor en la parte de atrás de la rodilla también se considera dolor bajo la rodilla?
Aunque técnicamente está en la parte posterior, las causas de dolor en la fosa poplítea (detrás de la rodilla) a menudo están relacionadas con estructuras de la rodilla. Puede deberse a quistes de Baker, problemas de isquiotibiales, coágulos sanguíneos (menos común pero grave) o problemas nerviosos.
¿Cuándo debo buscar atención médica urgente?
Debes buscar atención médica inmediata si el dolor es severo, si no puedes soportar peso sobre la pierna, si la rodilla está muy hinchada o deformada, si tienes entumecimiento u hormigueo debajo de la rodilla, o si tienes fiebre acompañada de dolor e hinchazón.
¿La fisioterapia realmente ayuda con este tipo de dolor?
Sí, la fisioterapia es muy efectiva para muchas causas de dolor debajo de la rodilla, especialmente aquellas relacionadas con debilidad muscular, desequilibrios o lesiones de tejidos blandos. Fortalecer los músculos y mejorar la mecánica del movimiento puede reducir significativamente el estrés en la articulación.
¿Es la cirugía siempre necesaria para el dolor crónico de rodilla?
No, la cirugía generalmente se considera una opción cuando los tratamientos conservadores (medicamentos, terapia, inyecciones) no han proporcionado suficiente alivio y el dolor afecta significativamente la calidad de vida debido a un problema estructural que puede repararse quirúrgicamente.
El dolor debajo de la rodilla es un síntoma que requiere atención para identificar su origen. Con las herramientas de diagnóstico adecuadas y un plan de tratamiento integral que puede incluir medicamentos, terapia, inyecciones o incluso cirugía, junto con cuidados en casa y, potencialmente, terapias complementarias como la acupuntura, es posible encontrar alivio y retomar tus actividades sin dolor.
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