22/01/2025
El dolor pélvico crónico es una condición que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen. No es simplemente una molestia pasajera, sino un dolor persistente que dura seis meses o más y que se localiza en la zona debajo del ombligo y entre las caderas. Sus causas pueden ser diversas y a menudo complejas, lo que requiere un enfoque cuidadoso tanto en el diagnóstico como en el tratamiento para encontrar el alivio deseado.

- Comprendiendo el Dolor Pélvico Crónico: Primeros Pasos
- El Proceso de Diagnóstico: Desentrañando la Causa
- Opciones de Tratamiento: Buscando Alivio
- Estilo de Vida y Remedios Caseros
- Un Enfoque Específico: El Atrapamiento del Nervio Pudendo
- Preguntas Frecuentes sobre el Dolor Pélvico Crónico
- Preparación para tu Consulta Médica
Comprendiendo el Dolor Pélvico Crónico: Primeros Pasos
Identificar la causa subyacente del dolor pélvico crónico es fundamental para un tratamiento eficaz. Este proceso comienza con una evaluación detallada por parte de un equipo de atención médica. Se te harán preguntas sobre tus síntomas, su duración, intensidad, ubicación y cómo afectan tu vida diaria. También es importante compartir tu historial médico y el de tus familiares consanguíneos, ya que ciertas condiciones pueden tener un componente hereditario o predisponente.

Llevar un diario de tus síntomas puede ser una herramienta invaluable. Anotar cuándo ocurre el dolor, qué lo empeora o lo alivia, y cómo interfiere con tus actividades cotidianas, puede proporcionar pistas cruciales para el diagnóstico.
El Proceso de Diagnóstico: Desentrañando la Causa
Para llegar a un diagnóstico preciso, tu profesional de atención médica puede recomendar una serie de pruebas y exámenes:
- Examen Pélvico: Este examen es esencial para evaluar la presencia de signos de enfermedades, bultos inusuales, o identificar músculos tensos en el suelo pélvico. El profesional buscará áreas sensibles que puedan estar relacionadas con tu dolor. Es vital comunicar cualquier molestia que sientas durante el examen, especialmente si reproduce el dolor que experimentas habitualmente. Si el examen te genera ansiedad, no dudes en pedir que se detenga en cualquier momento.
- Análisis de Laboratorio: Las infecciones pueden ser una causa importante de dolor pélvico. Se pueden realizar análisis de sangre y orina para detectar infecciones de las vías urinarias o enfermedades de transmisión sexual como la clamidia o la gonorrea. Los análisis de sangre también pueden evaluar el recuento de células sanguíneas, buscando signos de inflamación o anemia.
- Ecografía: Esta técnica de imagen utiliza ondas sonoras para crear imágenes detalladas de los órganos internos. Es particularmente útil para visualizar los órganos pélvicos como los ovarios, el útero y las trompas de Falopio, ayudando a detectar quistes, tumores u otras anomalías estructurales.
- Otros Estudios por Imágenes: En algunos casos, pueden ser necesarios estudios más avanzados como la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM). Estas pruebas de imagen ofrecen vistas transversales o detalladas del cuerpo, lo que puede ayudar a identificar estructuras inusuales o tumores que podrían ser la causa del dolor.
- Laparoscopia: Cuando las pruebas menos invasivas no son concluyentes, o si se sospecha una condición como la endometriosis o la enfermedad inflamatoria pélvica crónica, se puede realizar una laparoscopia. Este es un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo donde se inserta un tubo delgado con una cámara (laparoscopio) a través de una pequeña incisión en el abdomen. Esto permite al cirujano visualizar directamente los órganos pélvicos, buscar tejido inusual o signos de infección, e incluso tratar algunas condiciones durante el mismo procedimiento.
Es importante entender que encontrar la causa exacta del dolor pélvico crónico puede ser un proceso largo y, en ocasiones, a pesar de todas las pruebas, no se identifica una causa específica. En estos casos, el enfoque se traslada a manejar el dolor y mejorar tu calidad de vida. Una comunicación abierta y honesta con tu equipo médico es clave para desarrollar el mejor plan de tratamiento para ti.
Opciones de Tratamiento: Buscando Alivio
El tratamiento del dolor pélvico crónico es a menudo multimodal, combinando diferentes enfoques para aliviar los síntomas y mejorar el bienestar general. Si se identifica una causa específica, el tratamiento se dirigirá a ella. Si no, el manejo se centra en el alivio del dolor.
Medicamentos
Diversos tipos de medicamentos pueden ser utilizados:
- Analgésicos: Los medicamentos de venta libre como el ibuprofeno o el acetaminofén pueden ofrecer cierto alivio para el dolor leve a moderado. En casos de dolor más intenso, pueden prescribirse analgésicos más potentes. Sin embargo, rara vez son suficientes por sí solos para eliminar el dolor crónico.
- Tratamientos Hormonales: Si el dolor pélvico parece estar relacionado con el ciclo menstrual, los anticonceptivos orales u otras terapias hormonales pueden ayudar a regular las fluctuaciones hormonales y reducir el dolor asociado.
- Antibióticos: Si la causa del dolor es una infección bacteriana, se prescribirá un ciclo de antibióticos para erradicar la infección.
- Antidepresivos: Ciertos tipos de antidepresivos, como los tricíclicos o los inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN), han demostrado ser útiles en el manejo del dolor crónico, incluso en ausencia de depresión. Actúan modificando la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor.
- Relajantes Musculares: Si la tensión muscular contribuye al dolor, medicamentos como la ciclobenzaprina pueden ayudar a relajar los músculos pélvicos y aliviar la molestia.
Otras Terapias y Enfoques
Además de los medicamentos, otras terapias pueden ser muy beneficiosas:
- Fisioterapia: La fisioterapia pélvica es un componente crucial en el manejo del dolor pélvico crónico. No solo implica ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, sino también técnicas manuales como la liberación miofascial para tratar los puntos tensos y rígidos en los tejidos musculares que pueden causar dolor. Los fisioterapeutas también pueden utilizar técnicas como la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) para modular las señales de dolor, o la punción seca, que implica insertar agujas finas en puntos gatillo para aliviar la tensión muscular. La biorretroalimentación es otra herramienta, enseñando al paciente a reconocer y relajar los músculos tensos.
- Estimulación de la Médula Espinal (Neuromodulación): En casos seleccionados, se puede implantar un dispositivo que envía impulsos eléctricos suaves a la médula espinal para bloquear las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro.
- Inyecciones en Puntos Desencadenantes: Se pueden administrar inyecciones de anestésicos locales, a veces combinados con corticosteroides, directamente en los puntos musculares tensos y sensibles (puntos gatillo) para aliviar el dolor.
- Terapia de Conversación: Dado el impacto emocional y psicológico del dolor crónico, la terapia con un psicólogo o psiquiatra puede ser muy útil. Enfoques como la terapia cognitivo conductual (TCC) pueden ayudar a manejar el estrés, cambiar patrones de pensamiento negativos y desarrollar estrategias de afrontamiento. La terapia sexual también puede ser beneficiosa si el dolor afecta la intimidad.
- Acupuntura: La acupuntura, una práctica milenaria de la medicina tradicional china, implica la inserción de agujas muy finas en puntos específicos del cuerpo. Algunas investigaciones sugieren que puede ser útil para ciertas causas de dolor pélvico. Una teoría sobre su funcionamiento es la liberación de endorfinas, los analgésicos naturales del cuerpo. La acupuntura es generalmente considerada un tratamiento seguro y puede ofrecer una opción complementaria o alternativa para el manejo del dolor. Habla siempre con tu profesional de atención médica antes de explorar terapias complementarias.
Cirugía
La cirugía se considera generalmente cuando se identifica una causa específica que puede ser corregida quirúrgicamente:
- Laparoscopia Quirúrgica: Si se diagnostica endometriosis, la laparoscopia puede utilizarse no solo para el diagnóstico sino también para extirpar el tejido endometrial ectópico (fuera del útero) que causa el dolor.
- Histerectomía y/o Ooforectomía: En casos severos y cuando otras opciones han fallado, o si existen condiciones ginecológicas graves, se puede considerar la extirpación del útero (histerectomía) y, en ocasiones, de uno o ambos ovarios (ooforectomía). Estas son cirugías mayores con implicaciones significativas para la salud, por lo que se discuten cuidadosamente los beneficios y riesgos con el paciente.
Estilo de Vida y Remedios Caseros
El dolor crónico puede impactar el sueño, el ejercicio y las actividades diarias, generando estrés y ansiedad que, a su vez, pueden empeorar el dolor. Incorporar ciertos hábitos saludables puede complementar los tratamientos médicos:
- Técnicas de Relajación: Prácticas como la meditación, la respiración profunda o el yoga pueden ayudar a reducir la tensión muscular, calmar el sistema nervioso y mejorar el sueño.
- Buena Postura: Mantener una postura adecuada puede reducir la tensión en los músculos y articulaciones pélvicas.
- Control de Peso: Perder el exceso de peso disminuye la carga sobre las estructuras pélvicas y lumbares, lo que puede aliviar el dolor.
- Ejercicio Regular: La actividad física moderada, adaptada a tu nivel de dolor y tolerancia, puede fortalecer los músculos, mejorar la circulación y liberar endorfinas. Es importante consultar con tu médico o fisioterapeuta antes de iniciar un programa de ejercicio si el movimiento te causa dolor.
Un Enfoque Específico: El Atrapamiento del Nervio Pudendo
Dentro de las posibles causas del dolor pélvico, el atrapamiento del nervio pudendo es una condición específica que merece mención. Este nervio, que recorre la pelvis, puede comprimirse, generando un dolor de características neuropáticas distintivas.
Síntomas del Atrapamiento del Nervio Pudendo
El dolor asociado al atrapamiento del nervio pudendo suele describirse como ardor, picazón, hormigueo, sensación de alfileres y agujas, descargas eléctricas, o adormecimiento en la zona perineal (entre el ano y los genitales). También puede haber hipersensibilidad al dolor (hiperalgesia) o sentir dolor ante estímulos normalmente indoloros (alodinia), como el roce de la ropa.
La localización típica del dolor incluye el ano, periné, genitales (vulva, vagina, testículos, pene) y recto, pudiendo irradiarse al sacro o glúteos. En mujeres, puede manifestarse como vulvodinia.
Un síntoma característico es el aumento significativo del dolor al sentarse, que puede aparecer a los pocos minutos o empeorar el dolor basal. Muchos pacientes encuentran alivio al usar cojines especiales que liberan la presión sobre la zona perineal al sentarse. Por el contrario, el dolor suele aliviarse o desaparecer al estar de pie, recostarse o tumbarse. Aunque generalmente no interrumpe el sueño, la intensidad del dolor tiende a aumentar a lo largo del día.
Si la compresión del nervio progresa, además de los síntomas sensitivos, pueden aparecer debilidad en la musculatura pélvica y alteraciones en funciones como la micción, defecación o eyaculación.
Las formas de presentación pueden variar, incluyendo solo dolor, dolor acompañado de síntomas urinarios, dificultad en la defecación, disfunción sexual, incontinencia (urinaria o anal), o una combinación de estos.

Diagnóstico del Atrapamiento del Nervio Pudendo
El diagnóstico del síndrome de atrapamiento del nervio pudendo es principalmente clínico. Esto significa que se basa fuertemente en los síntomas descritos por el paciente y en la exploración física, más que en pruebas de imagen que a menudo no muestran la compresión. Durante la exploración, el médico puede palpar el recorrido del nervio y buscar el signo de Tinel, donde la compresión del nervio reproduce el dolor típico del paciente.
Aunque el diagnóstico es clínico, se pueden utilizar pruebas complementarias para apoyar la evaluación y descartar otras causas.
Preguntas Frecuentes sobre el Dolor Pélvico Crónico
Abordamos algunas dudas comunes:
¿Cuánto tiempo tarda en diagnosticarse el dolor pélvico crónico?
El proceso puede variar. A veces, la causa es clara después de las primeras pruebas, pero en otros casos, puede llevar tiempo y requerir múltiples evaluaciones y pruebas, e incluso puede que nunca se encuentre una causa específica.
¿Todos los tratamientos son adecuados para todos los pacientes?
No. El plan de tratamiento es altamente individualizado y depende de la causa subyacente (si se identifica), la severidad del dolor, otros síntomas presentes y la respuesta del paciente a las terapias iniciales. A menudo se requiere una combinación de enfoques.
¿La acupuntura es un tratamiento reconocido para el dolor pélvico?
Si bien la acupuntura no es siempre el tratamiento de primera línea, algunas investigaciones sugieren su utilidad para ciertas causas de dolor pélvico y es considerada una opción complementaria segura. Siempre debe discutirse con tu médico principal.
¿El dolor pélvico crónico siempre tiene una causa ginecológica?
No. Aunque muchas causas son ginecológicas (como endometriosis o quistes ováricos), el dolor pélvico puede originarse también en el sistema urinario, gastrointestinal, musculoesquelético (como el atrapamiento del nervio pudendo) o incluso tener un componente psicológico.
¿Qué debo hacer si creo que mi dolor pélvico es causado por el atrapamiento del nervio pudendo?
Debes buscar evaluación médica. Un profesional podrá realizar el diagnóstico clínico y, si lo confirma, discutir las opciones de manejo que pueden incluir fisioterapia especializada, inyecciones, medicamentos e incluso cirugía en casos severos.
Preparación para tu Consulta Médica
Para aprovechar al máximo tu cita, considera preparar lo siguiente:
- Una lista detallada de tus síntomas, incluyendo cuándo comenzaron y cómo han evolucionado.
- Información sobre tu historial médico y familiar relevante.
- Una lista de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que tomas.
- Preguntas específicas para tu médico sobre diagnóstico, pruebas, tratamientos y pronóstico.
El dolor pélvico crónico es una condición compleja, pero con un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento integral que puede incluir enfoques médicos, terapias físicas, apoyo psicológico y opciones complementarias como la acupuntura, es posible encontrar un alivio significativo y mejorar tu calidad de vida.
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