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Síndrome de Sudeck: Causas, Síntomas y Tratamiento

18/03/2024

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El síndrome de Sudeck, conocido también como distrofia simpático refleja (DSR) o síndrome regional doloroso complejo (SRDC), es una dolencia que afecta múltiples sistemas del cuerpo y se caracteriza por ser multisintomática. Aunque comúnmente se presenta en una o más extremidades, tiene el potencial de impactar cualquier parte del cuerpo. Su naturaleza compleja y a menudo desconcertante lo convierte en un desafío tanto para quienes lo padecen como para los profesionales de la salud.

¿Cómo quitar el síndrome de Sudeck?
La piedra angular del tratamiento del síndrome de Sudeck es hacer que el paciente use la extremidad afectada. Medicamentos, bloqueos nerviosos, terapia física, TENS, etc. son utilizados como ayuda para aliviar el dolor producido por el movimiento de la región afectada.

Los traumatismos son identificados como la causa precipitante más frecuente, estando presentes en aproximadamente el 50% de los casos. Sin embargo, es importante destacar que en un significativo 25% de las ocasiones, la etiología de este síndrome permanece desconocida. La forma más simple de comprender el SRDC/DSR es compararlo con un proceso de curación anormal que ocurre después de un daño a un nervio o tejido, como puede ser una fractura ósea. Sorprendentemente, el desarrollo del síndrome no parece guardar relación directa con la magnitud del daño inicial; incluso una lesión menor, como una astilla, podría desencadenarlo. Por razones aún no completamente comprendidas, el sistema simpático parece mantenerse alterado o hiperactivo tras la lesión inicial, contribuyendo a la sintomatología.

El diagnóstico del síndrome de Sudeck presenta dificultades notables debido a la ausencia de una prueba de laboratorio específica que lo confirme. Por lo tanto, el clínico debe confiar en una evaluación minuciosa y en la documentación detallada de todos los signos y síntomas presentes en el paciente para poder establecerlo. La detección temprana de esta enfermedad es crucial, ya que su progresión puede llevar a la afectación de otras extremidades, complicando enormemente el proceso de rehabilitación. Un diagnóstico precoz permite iniciar intervenciones como la fisioterapia, orientadas a mejorar la movilidad de la extremidad afectada y a mitigar el dolor crónico y las posibles deformidades permanentes que el síndrome puede ocasionar. En etapas avanzadas, el SRDC/DSR puede acarrear serios problemas psicológicos, dependencia de narcóticos e incluso una invalidación completa del paciente, haciendo que el tratamiento en estos estadios sea particularmente difícil y complejo. Cabe mencionar que la división tradicional del síndrome de Sudeck en estadios evolutivos es un concepto que tiende a desaparecer, dada la imprevisibilidad y la gran variabilidad en el curso de la enfermedad de un paciente a otro, lo que limita su utilidad en el manejo clínico.

¿De que hablaremos?

Características Clínicas del Síndrome de Sudeck

El síndrome regional doloroso complejo se manifiesta a través de una constelación de síntomas y signos que, aunque varían entre individuos, presentan patrones característicos:

Dolor

La característica más prominente es el dolor, cuya intensidad es desproporcionada en comparación con la magnitud del daño original. Este dolor se acompaña frecuentemente de problemas de movilidad posteriores a una lesión. Los pacientes suelen describir un dolor severo, constante, profundo y a menudo con una sensación de quemazón. Una de las manifestaciones más angustiantes es la alodinia, donde estímulos mínimos o no dolorosos, como el simple roce de la ropa o una brisa de viento, son percibidos como extremadamente dolorosos.

Cambios en la piel

La piel de la zona afectada puede adquirir un aspecto brillante (distrofia, atrofia), sequedad o descamación. El crecimiento del vello inicialmente puede ser más grueso, pero tiende a volverse más fino a medida que la condición evoluciona. Las uñas en la extremidad afectada suelen volverse quebradizas, presentando un crecimiento rápido en las fases iniciales, que luego se ralentiza progresivamente. El crecimiento rápido de las uñas es considerado un signo patognomónico, es decir, muy característico de la enfermedad.

La actividad anormal del sistema simpático puede provocar cambios vasomotores, manifestándose como alteraciones en la temperatura de la piel, que puede sentirse caliente o fría al tacto, cambios en la coloración y una sudoración excesiva (hiperhidrosis).

Hinchazón

En muchos casos, se observa una induración localizada alrededor de la región dolorosa. Si este edema es claramente delimitado en la superficie de la piel, es un fuerte indicador de SRDC/DSR (signo patognomónico). Es fundamental, sin embargo, descartar que la hinchazón no sea una consecuencia secundaria de un vendaje previo.

Trastornos del movimiento

Los pacientes experimentan dificultad para realizar cualquier movimiento, ya que este tiende a exacerbar el dolor. Describen una dificultad particular al iniciar el movimiento. La reducción de la movilidad puede derivar en una pérdida de masa muscular (atrofia difusa). También pueden presentarse temblores o reflejos súbitos e involuntarios. Algunos pacientes refieren una sensación de “estiramiento interno” en la extremidad, atribuible a un aumento del tono muscular que puede dejar la mano o el pie en una posición fija o distónica.

Propagación de los síntomas

Inicialmente, los síntomas suelen estar confinados al lugar de la lesión original. Con el tiempo, tanto el dolor como la sintomatología pueden adquirir un carácter difuso. La enfermedad comúnmente comienza en una extremidad. Se han descrito tres patrones principales de propagación:

  • Tipo “continuo”: Los síntomas se extienden de manera ascendente, por ejemplo, desde el pie hacia la cadera.
  • Tipo “imagen en espejo”: La afección se propaga a la extremidad contralateral.
  • Tipo “independiente”: Los síntomas aparecen en un lugar distante del cuerpo, a menudo relacionado con un trauma previo.

Cambios óseos

Las alteraciones óseas pueden ser detectadas mediante estudios de imagen. Una radiografía puede revelar desgaste óseo (osteoporosis en parches) o una característica osteoporosis moteada, considerada típica del síndrome. Una gammagrafía ósea puede mostrar un aumento en la captación de un isótopo radiactivo (tecnecio-99m) en la articulación (aumento de la captación periarticular) tras su inyección como medio de contraste.

¿Cuánto tiempo tarda en curarse un Sudeck?
El síndrome de Sudeck tiene una duración que suele oscilar entre los 6 y 12 meses.

Duración del SRDC/DSR

La duración de este síndrome es altamente variable entre los pacientes. En muchos casos, el dolor persiste por un mínimo de dos años, pero en algunos individuos puede ser indefinido. Algunos pacientes experimentan períodos de remisión, donde los síntomas disminuyen, seguidos de exacerbaciones. Estos períodos de remisión pueden variar considerablemente en duración, abarcando semanas, meses o incluso años.

Etiología: ¿Qué provoca el síndrome de Sudeck?

Aunque la causa exacta no siempre es identificable, se han asociado varios factores precipitantes con el desarrollo del síndrome de Sudeck. El más importante y frecuente es un trauma previo, incluyendo traumas repetitivos o trastornos por movimientos repetitivos. Otras posibles causas incluyen enfermedades cardiovasculares, infarto de miocardio, trastornos de la columna vertebral (como tuberculosis ósea y articular), lesiones neurológicas (tanto centrales como periféricas), infecciones, cirugías y, como se mencionó, un porcentaje significativo de casos son de origen idiopático, es decir, desconocido.

Etiopatogenia: Mecanismos complejos

A pesar de las investigaciones recientes, los mecanismos exactos que subyacen al síndrome de Sudeck no están completamente claros. Una teoría prominente sugiere que, por razones desconocidas, en las personas susceptibles el sistema simpático mantiene una actividad hiperactiva de forma sostenida en el lugar de la lesión. Esta actividad simpática persistente podría desencadenar una respuesta inflamatoria local. Se postula que esta inflamación provoca espasmos continuos en los vasos sanguíneos de la zona, lo que a su vez alimenta más inflamación y dolor. Este proceso puede crear un círculo vicioso donde el dolor se auto-perpetúa y aumenta progresivamente.

Diagnóstico del Síndrome de Sudeck

Como se ha señalado, el diagnóstico del síndrome de Sudeck no se basa en una prueba específica. Su identificación se fundamenta principalmente en la cuidadosa observación y documentación de los signos y síntomas clínicos que presenta el paciente. Una función crucial de las pruebas complementarias es la de descartar otras condiciones médicas que podrían presentar un cuadro clínico similar pero que requieren tratamientos diferentes o son potencialmente más graves.

Es casi siempre necesario descartar otras enfermedades que puedan poner en riesgo la vida del paciente, como una patología venosa obstructiva en las piernas o la extensión de un cáncer de seno a los ganglios linfáticos, que pueden causar aumento de volumen y dolor en una extremidad. Además, el síndrome de Sudeck puede manifestarse como parte de otras condiciones preexistentes, como una hernia discal o un síndrome del túnel tarsiano, lo que añade complejidad al diagnóstico.

Pruebas Complementarias

Aunque el diagnóstico es eminentemente clínico, ciertas pruebas pueden proporcionar información de apoyo o ayudar a descartar otras patologías:

Radiografía

Puede mostrar patrones de desgaste óseo, como osteoporosis en islotes con áreas de densidad normal intercaladas. La osteoporosis moteada es particularmente característica del síndrome.

Gammagrafía ósea con tecnecio-99

Este estudio suele revelar una hipercaptación gammagráfica, que es una característica constante en el cuadro clínico del SRDC/DSR, especialmente en la región periarticular.

Resonancia magnética nuclear (RMN)

La RMN puede ser útil para el diagnóstico precoz de la enfermedad, particularmente cuando la afectación se localiza en áreas como la cadera.

Termografía

Este examen no invasivo utiliza una cámara especial para medir el calor infrarrojo emitido por el cuerpo. Es una de las pruebas más utilizadas ante la sospecha de síndrome de Sudeck, ya que puede detectar las alteraciones de temperatura asociadas a la disfunción simpática.

¿Qué médico cura la enfermedad de Sudeck?
Los neurólogos son especialistas en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades del sistema nervioso, incluyendo trastornos neurológicos como el Sudeck.

Datos de laboratorio

Aunque no son diagnósticos por sí solos, en algunos pacientes pueden encontrarse alteraciones como hipertrigliceridemia e hiperuricemia. En la orina, puede detectarse hipercalciuria e hidroxiprolinuria.

Tratamiento del Síndrome de Sudeck

La piedra angular del tratamiento del síndrome de Sudeck es lograr que el paciente recupere y utilice activamente la extremidad afectada. Todas las demás modalidades terapéuticas se consideran ayudas para facilitar este objetivo principal.

Medicamentos, bloqueos nerviosos, terapia física y el TENS (Neuroestimulación Eléctrica Transcutánea) se emplean para ayudar a aliviar el dolor que a menudo limita el movimiento de la región afectada. El objetivo primordial del fisioterapeuta es educar y guiar al paciente para que pueda incorporar el uso de la extremidad afectada en sus actividades diarias. La hidroterapia, incluyendo la natación y los ejercicios en piscina, resulta de gran utilidad, especialmente para pacientes con afectación en las extremidades inferiores, donde el simple hecho de soportar el peso corporal puede ser muy doloroso. Siempre se debe comenzar con las terapias más simples y menos invasivas, progresando a enfoques más complejos si no se observa mejoría con la movilización activa de la extremidad.

Muchos pacientes con SRDC/DSR en etapas avanzadas sufren una combinación de factores físicos y psicológicos. Por ello, el tratamiento debe ser integral, abordando tanto los aspectos físicos como los mentales. Es fundamental motivar a los pacientes a practicar activamente las técnicas de manejo del dolor que aprenden; de lo contrario, las modalidades psicológicas pueden resultar ineficaces. Técnicas como la relajación (respiración profunda), la autohipnosis y los ejercicios de biorretroalimentación pueden ofrecer beneficios significativos a estos pacientes.

Medicamentos utilizados para tratar el síndrome de Sudeck

La selección de medicamentos se basa en el tipo de dolor predominante:

  • Para el dolor constante de origen no inflamatorio: Se pueden utilizar fármacos como el tramadol.
  • Para el dolor constante o espontáneo punzante (paroxístico), y para los trastornos del sueño asociados: Se recomiendan antidepresivos tricíclicos (como la amitriptilina) y lidocaína oral.
  • Para los dolores espontáneos punzantes: Son útiles los anticonvulsivantes (como la carbamazepina y la gabapentina).
  • Para dolores difusos, severos y refractarios a otras terapias: Se pueden considerar opioides orales (como morfina o codeína).
  • Para el tratamiento del dolor simpático-dependiente mantenido (DSD): El parche de clonidina ha demostrado ser beneficioso, actuando mediante la inhibición del sistema nervioso simpático.
  • Para el dolor localizado y relacionado con lesión nerviosa: La crema de capsaicina, aplicada tópicamente, puede aliviar el dolor.
  • Para el dolor asociado a alteraciones vasculares: Se puede emplear nifedipino.
  • Para el dolor resistente: La utilización de corticoides, a menudo acompañados de calcitonina, puede ser beneficiosa en algunos pacientes. La calcitonina, en dosis de 100 U al día durante 4-8 semanas, seguida de un régimen a días alternos por un período similar, junto con suplementos de calcio y vitamina D, ha mostrado buenos resultados.
  • Para los espasmos musculares y distonías: El clonacepam puede ser útil, aunque estos síntomas pueden ser difíciles de manejar.

Terapia física y ocupacional

La rehabilitación se centra en ejercicios, incluyendo aquellos con pesas para fortalecer la musculatura. La hidroterapia es frecuentemente utilizada para aliviar el dolor muscular y los espasmos. Otras técnicas como la aplicación de presión (masajes), la neuroestimulación eléctrica transcutánea (TENS), la iontoforesis con calcitonina y la terapia en piscina son de gran ayuda para los pacientes con dificultades de movimiento.

Bloqueos simpáticos

Se consideran una opción terapéutica cuando el tratamiento rehabilitador y farmacológico no proporciona un alivio satisfactorio del dolor, o en casos inicialmente más severos, de inicio más extenso o multifocal.

Simpatectomía

Si un bloqueo simpático experimental resulta en una disminución significativa del dolor, se considera que el paciente padece dolor simpático dependiente (DSD). Si el dolor no disminuye, se clasifica como dolor simpático independiente (DSI). Solo los pacientes con DSD deben ser considerados para una simpatectomía. Es importante saber que una complicación potencial de este procedimiento es el dolor postsimpatectomía (neuralgia), que generalmente se localiza proximalmente al lugar original del dolor.

CaracterísticaDolor Simpático Dependiente (DSD)Dolor Simpático Independiente (DSI)
Respuesta a bloqueo simpáticoDisminuye significativamenteNo disminuye significativamente
Candidato a simpatectomíaNo

Placebo

El efecto placebo, es decir, la disminución del dolor con una sustancia inactiva (como una píldora de azúcar), debe ser considerado como un factor que puede influir en la respuesta al tratamiento del SRDC/DSR. Se observa que cuanto más invasivo es el procedimiento, mayor puede ser el efecto placebo, y cuanto mayor es la expectativa del paciente de alivio del dolor, mayor suele ser el efecto.

¿Qué provoca el síndrome de Sudeck?
El síndrome de Sudeck generalmente aparece después de una lesión o un trauma en la extremidad afectada, como un accidente, una fractura o una cirugía. Lo que es extraño es que, a veces, el dolor que experimenta una persona con Sudeck puede ser mucho más intenso de lo que cabría esperar por la lesión original.

Bomba de morfina

En casos de dolor severo y refractario, una bomba de morfina implantada puede administrar el fármaco directamente al espacio epidural o intratecal. Esto produce un bloqueo selectivo de la médula espinal, permitiendo un manejo efectivo del dolor mientras se minimizan los efectos secundarios sistémicos que pueden ocurrir con la administración oral de opioides, como la sedación.

Preguntas Frecuentes sobre el Síndrome de Sudeck

El síndrome de Sudeck genera muchas dudas, tanto en pacientes como en profesionales. A continuación, abordamos algunas de las preguntas más comunes:

¿Cómo quitar el síndrome de Sudeck?

Quitar o lograr la remisión completa del síndrome de Sudeck es el objetivo principal del tratamiento, pero es un proceso complejo y no siempre se alcanza una curación total en todos los casos. El enfoque terapéutico es multidisciplinario y busca aliviar el dolor, restaurar la función de la extremidad afectada y mejorar la calidad de vida. Esto implica una combinación de terapias físicas y ocupacionales, manejo farmacológico del dolor, técnicas psicológicas y, en algunos casos, procedimientos intervencionistas como bloqueos nerviosos o simpatectomía. El uso activo de la extremidad afectada bajo supervisión profesional es fundamental para la recuperación.

¿Qué médico cura la enfermedad de Sudeck?

Dado que el síndrome de Sudeck es una afección compleja y multisistémica, su manejo a menudo requiere un enfoque multidisciplinario. No hay una única especialidad médica que se encargue exclusivamente de su cura. Diversos especialistas pueden estar involucrados en el diagnóstico y tratamiento, incluyendo neurólogos (por la afectación del sistema nervioso), reumatólogos (debido a posibles componentes inflamatorios o autoinmunes), anestesiólogos especializados en manejo del dolor, y especialistas en medicina física y rehabilitación. Idealmente, el paciente es manejado por un equipo coordinado de profesionales.

¿Cuánto tiempo tarda en curarse un Sudeck?

La duración del síndrome de Sudeck es muy variable. Mientras que en algunos casos los síntomas pueden mejorar significativamente en un período de 6 a 12 meses con un tratamiento adecuado, en muchos otros el dolor y las limitaciones funcionales pueden persistir por dos años o más, e incluso ser indefinidos. La progresión de la enfermedad depende de múltiples factores individuales, como la gravedad inicial, la prontitud del diagnóstico y el tratamiento, y la respuesta particular de cada paciente a las terapias. Existen períodos de remisión y exacerbación, haciendo que el curso sea impredecible.

¿Qué provoca el síndrome de Sudeck?

Las causas exactas no siempre se determinan. En aproximadamente la mitad de los casos, el síndrome es desencadenado por un traumatismo, que puede ser una fractura, cirugía, quemadura o incluso una lesión menor. Otros factores asociados incluyen lesiones nerviosas, infecciones, trastornos cardiovasculares o de la columna vertebral, y en un 25% de los casos, la causa es idiopática (desconocida). Se cree que una respuesta anormal y prolongada del sistema simpático tras la lesión inicial juega un papel clave en su desarrollo.

¿El síndrome de Sudeck se cura?

Sí, es posible la curación o remisión del síndrome de Sudeck, especialmente si se diagnostica y trata en sus etapas iniciales. Sin embargo, el proceso de tratamiento es a menudo largo y desafiante, enfocado no solo en aliviar el dolor sino en recuperar la funcionalidad completa de la extremidad. La tasa de éxito varía considerablemente entre los pacientes. Un tratamiento multidisciplinario e individualizado aumenta las probabilidades de una recuperación favorable.

¿Se puede obtener discapacidad por síndrome de Sudeck?

Sí, el síndrome de Sudeck puede ser una condición que lleva a una evaluación de discapacidad. El dolor intenso, la hinchazón, la rigidez articular, la pérdida de fuerza y la atrofia muscular pueden limitar significativamente la capacidad de una persona para realizar actividades diarias y laborales. La evaluación para determinar el grado de discapacidad es realizada por un tribunal médico, que considera la severidad de la afectación, las limitaciones funcionales y el impacto general en la vida del paciente. Es posible obtener un grado de discapacidad, que puede variar desde un 33% en casos moderados hasta más del 65% en situaciones más graves y complejas.

¿Cuáles son las fases del síndrome de Sudeck?

Tradicionalmente, se describían tres estadios evolutivos del síndrome de Sudeck, aunque este concepto está en desuso debido a la variabilidad individual. La primera fase se caracterizaba por dolor quemante, hinchazón, cambios de temperatura y coloración de la piel. La segunda fase, entre 3 y 6 meses, presentaba piel fría y cianótica, articulaciones engrosadas y disminución muscular. La tercera fase, entre 9 y 18 meses, se asociaba con desgaste articular, osteoporosis, rigidez y atrofia muscular severa. Sin embargo, el curso de la enfermedad es a menudo atípico, con síntomas que pueden superponerse o no seguir esta secuencia lineal.

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