02/01/2023
El dolor de rodilla es una molestia común que puede limitar significativamente nuestras actividades diarias. Ya sea por una lesión deportiva, desgaste articular o problemas musculares, encontrar un tratamiento efectivo es fundamental. La fisioterapia ofrece diversas herramientas para abordar estas afecciones, y una de las más utilizadas es la electroterapia. Seguramente te has preguntado qué hacen exactamente esos pequeños electrodos que se colocan sobre la piel, especialmente en zonas como la rodilla. Este artículo profundiza en cómo funciona la electroterapia, sus beneficios y por qué es una opción terapéutica valiosa, siempre bajo la supervisión de un profesional.
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La electroterapia, también conocida como electroestimulación, es una técnica terapéutica que consiste en la aplicación de corrientes eléctricas controladas sobre el cuerpo del paciente. Estas corrientes se administran a través de electrodos que se adhieren a la piel en la zona a tratar, como puede ser la rodilla. El objetivo principal de esta estimulación eléctrica es provocar una respuesta fisiológica específica en los tejidos, la cual a su vez genera un efecto terapéutico deseado. Dependiendo de la naturaleza de la lesión o patología y del efecto que se quiera lograr (por ejemplo, reducir el dolor, disminuir la inflamación o mejorar la función muscular), el fisioterapeuta seleccionará el tipo de corriente, su intensidad, frecuencia y duración adecuados.

¿Qué es la Electroterapia y Cómo Funciona?
En esencia, la electroterapia utiliza la energía eléctrica como agente físico con fines terapéuticos. Al aplicar la corriente a través de los electrodos, se interactúa con los nervios y músculos, generando diferentes respuestas. Esta interacción puede bloquear las señales de dolor que viajan al cerebro, estimular la contracción muscular para prevenir la atrofia o mejorar el tono, o promover la circulación sanguínea local para facilitar la recuperación de los tejidos dañados. La elección del tipo de corriente es crucial, ya que cada una tiene propiedades y efectos distintos. La decisión sobre cuál utilizar recae exclusivamente en el profesional de fisioterapia, quien basará su elección en un diagnóstico preciso y los objetivos específicos del tratamiento para la rodilla afectada.
La electroterapia se ha consolidado como una herramienta eficaz en fisioterapia debido a su capacidad para abordar múltiples aspectos de las lesiones musculares y articulares. No solo ofrece un potente efecto antiinflamatorio y analgésico, ayudando a aliviar el dolor crónico o agudo en la rodilla, sino que también contribuye a la recuperación de la fuerza y el volumen muscular (previniendo atrofias) y a la mejora de la función neuromuscular, lo cual es vital para la estabilidad y el movimiento de la articulación de la rodilla.
Tipos de Electroterapia Utilizados en Fisioterapia
La electroterapia no es una técnica única, sino un conjunto de modalidades que utilizan la energía eléctrica o electromagnética de diferentes maneras para conseguir distintos efectos terapéuticos. El fisioterapeuta, tras evaluar al paciente, determinará cuál es la más adecuada. Aunque la pregunta inicial se centra en los electrodos (que se usan principalmente en EMS e Iontoforesis), es importante conocer otras modalidades de electroterapia que pueden complementar un tratamiento en la rodilla:
Electroestimuladores Musculares (EMS) y TENS
Los Electroestimuladores Musculares (EMS) son quizás los más conocidos en relación con el uso de electrodos. Consisten en la aplicación de pequeños impulsos eléctricos a través de parches (electrodos) colocados sobre la piel, dirigidos a los nervios que controlan un músculo o grupo muscular específico. Estos impulsos provocan contracciones musculares. El EMS se utiliza para reeducar músculos debilitados, prevenir la atrofia muscular (por ejemplo, después de una cirugía de rodilla o inmovilización), mejorar la fuerza y la resistencia muscular. La intensidad y frecuencia de los pulsos son ajustadas por el profesional. Una modalidad relacionada es el TENS (Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea), que usa corrientes de baja intensidad para bloquear las señales de dolor.
Iontoforesis
La Iontoforesis es una técnica que utiliza una corriente eléctrica continua (corriente galvánica) para facilitar la penetración de medicamentos ionizados a través de la piel hasta los tejidos subyacentes, como tendones o músculos alrededor de la rodilla. Es especialmente útil para aplicar antiinflamatorios locales directamente en la zona afectada sin necesidad de inyecciones. Se colocan electrodos sobre la piel, uno de ellos sobre la zona donde se ha aplicado el medicamento. La corriente eléctrica empuja las partículas cargadas del medicamento a través de la barrera cutánea. Este método es frecuentemente utilizado en el tratamiento de tendinopatías o bursitis en la rodilla.
Ultrasonido Terapéutico
Aunque no utiliza electrodos de la misma manera que EMS o Iontoforesis, el ultrasonido es una forma de electroterapia (terapia con agentes físicos que usan energía). Utiliza ondas sonoras de alta frecuencia (no audibles) que se generan a través de un cabezal transductor (que contiene cristales piezoeléctricos que vibran con electricidad). Estas ondas penetran en los tejidos profundos, generando calor (efecto térmico) o microvibraciones (efecto mecánico). Es muy efectivo como antiinflamatorio y para promover la reparación de tejidos blandos. Se utiliza comúnmente para tratar lesiones de ligamentos, tendones o músculos alrededor de la rodilla.
Microondas Dieléctricas
Esta modalidad de electroterapia utiliza ondas electromagnéticas de alta frecuencia para generar calor en los tejidos profundos. Al igual que el ultrasonido, se utiliza para aumentar la circulación local, relajar los músculos y aliviar el dolor. Se aplica a través de un aplicador (no un electrodo de contacto directo en el sentido tradicional de EMS), que se coloca a una distancia de la piel. Deja una leve sensación de calor. Es útil en el tratamiento de rigidez articular o dolores musculares crónicos.
Como se puede observar, el término electroterapia abarca diferentes técnicas. La elección de aplicar EMS, Iontoforesis, Ultrasonido o Microondas dependerá completamente del diagnóstico y la valoración profesional.
Beneficios Clave de la Electroterapia en la Rodilla
Cuando se aplica correctamente en la zona de la rodilla, la electroterapia puede ofrecer múltiples beneficios terapéuticos, contribuyendo significativamente a la recuperación y mejora de la calidad de vida del paciente. Los efectos más importantes, respaldados por la experiencia clínica, son:
1. Alivio del Dolor (Efecto Analgésico)
Uno de los usos más extendidos de la electroterapia es el manejo del dolor. Mediante la estimulación eléctrica de los nervios (como con TENS) o los músculos, se pueden modular las señales de dolor que viajan hacia el cerebro. Algunas corrientes actúan activando mecanismos naturales del cuerpo para producir sustancias analgésicas (como las endorfinas), mientras que otras simplemente 'bloquean' la transmisión del dolor a nivel nervioso. La sensación suave y rítmica de la estimulación también puede inducir relajación muscular, lo que secundariamente ayuda a disminuir el dolor asociado a contracturas o espasmos.
2. Reducción de la Inflamación (Efecto Antiinflamatorio)
La inflamación es una respuesta natural del cuerpo a una lesión, pero si se prolonga o es excesiva, puede causar dolor y limitar la función. Ciertas modalidades de electroterapia, como el ultrasonido y las microondas, o incluso algunas corrientes pulsadas, pueden ayudar a reducir la inflamación. Esto se logra a menudo promoviendo la vasodilatación, es decir, la expansión de los vasos sanguíneos en la zona tratada. Una mejor circulación sanguínea facilita la llegada de células reparadoras y la eliminación de sustancias que causan inflamación y dolor.
3. Mejora de la Circulación Sanguínea
Como se mencionó, la electroterapia puede inducir vasodilatación. Una circulación sanguínea óptima es fundamental para la curación de los tejidos lesionados. Las lesiones en la rodilla a menudo comprometen el flujo sanguíneo local. La electroterapia ayuda a corregir esta alteración, asegurando una mejor oxigenación y nutrición de los tejidos, lo que acelera el proceso de recuperación y ayuda a prevenir la atrofia muscular.
4. Prevención de la Atrofia Muscular y Potenciación
Después de una lesión o cirugía de rodilla, es común que los músculos alrededor de la articulación se debiliten o pierdan volumen (atrofia) debido a la falta de uso o el dolor. El EMS es particularmente útil en estos casos, ya que permite contraer los músculos de forma controlada incluso si el paciente tiene dificultades para hacerlo voluntariamente. Esto ayuda a mantener el tono muscular, prevenir la atrofia y, en etapas posteriores de la rehabilitación, mejorar la fuerza y la potencia muscular. Es una excelente medida preventiva durante períodos de inmovilización.
5. Apoyo en la Regeneración Tisular
Algunos tipos de electroterapia, especialmente aquellos que generan calor profundo o microvibraciones, pueden estimular los procesos de reparación natural del cuerpo. Al mejorar la circulación y reducir la inflamación, se crea un ambiente más favorable para que las células reparadoras actúen y se regenere el tejido dañado, ya sean músculos, tendones o ligamentos.
¿Por Qué la Electroterapia Debe Ser Administrada por un Profesional?
Aunque existen dispositivos de electroestimulación de uso doméstico, la aplicación terapéutica de la electroterapia, especialmente para tratar lesiones, debe ser realizada por un fisioterapeuta cualificado. La razón es simple pero fundamental: la eficacia y seguridad del tratamiento dependen de un diagnóstico preciso, la selección adecuada del tipo de corriente, la correcta colocación de los electrodos o aplicadores, y el ajuste preciso de los parámetros (intensidad, frecuencia, duración). Un uso inadecuado puede no solo ser ineficaz, sino que también puede agravar la lesión o causar quemaduras u otras complicaciones. El profesional tiene el conocimiento para adaptar el tratamiento a las necesidades específicas de cada paciente y monitorizar su respuesta.
La electroterapia es una herramienta poderosa, pero es solo una parte de un plan de rehabilitación integral. Un fisioterapeuta combinará la electroterapia con otras técnicas como ejercicio terapéutico, movilizaciones, masajes y estiramientos para lograr una recuperación óptima y más rápida.
Contraindicaciones Importantes de la Electroterapia
Aunque generalmente segura en manos expertas, la electroterapia tiene ciertas contraindicaciones que el profesional debe conocer y tener en cuenta para evitar riesgos. Es fundamental informar al fisioterapeuta sobre cualquier condición médica preexistente. Las contraindicaciones más comunes incluyen:
- Personas con marcapasos u otros implantes electrónicos.
- Embarazo (especialmente en zonas cercanas al abdomen o pelvis, pero se suele evitar su uso generalizado).
- Presencia de material de osteosíntesis o prótesis metálicas en la zona a tratar (relativo a ciertos tipos de corriente y modalidades como microondas o ultrasonido).
- Lesiones infecciosas activas en la piel o tejidos.
- Varices avanzadas o tromboflebitis en la zona.
- Hemorragias recientes o riesgo de hemorragia.
- Zonas con tumores malignos.
- Piel con heridas abiertas o irritaciones severas.
- Personas con sensibilidad alterada en la piel que impida sentir la intensidad adecuadamente.
Esta lista no es exhaustiva, y siempre debe ser el profesional quien determine la idoneidad del tratamiento tras una evaluación completa.
Preguntas Frecuentes sobre la Electroterapia en la Rodilla
¿Duele la aplicación de electrodos en la rodilla?
Generalmente no. La sensación varía según el tipo de corriente y la intensidad. Con TENS, se siente un hormigueo o vibración. Con EMS, se sienten las contracciones musculares, que pueden ser intensas pero no dolorosas si los parámetros son correctos. El profesional ajustará la intensidad para que sea cómoda y efectiva para el paciente.
¿Cuánto dura una sesión de electroterapia?
La duración varía dependiendo del tipo de corriente y la condición a tratar, pero típicamente oscila entre 10 y 30 minutos por sesión.
¿Cuántas sesiones se necesitan?
Esto depende de la gravedad y cronicidad de la lesión, así como de la respuesta individual del paciente. Un tratamiento puede requerir desde unas pocas sesiones hasta varias semanas de tratamiento regular.
¿Puedo usar un dispositivo de electroestimulación en casa?
Existen dispositivos de uso doméstico (principalmente TENS y EMS de baja potencia) que pueden ser recomendados por un fisioterapeuta para complementar el tratamiento en clínica, especialmente para el manejo del dolor. Sin embargo, para el tratamiento de lesiones específicas y la rehabilitación muscular, la supervisión y el ajuste profesional son indispensables.
¿Es la electroterapia efectiva para todo tipo de dolor de rodilla?
Es efectiva para muchos tipos de dolor de rodilla, especialmente aquellos relacionados con inflamación, dolor muscular, rigidez o debilidad post-lesión. Sin embargo, su eficacia varía según la causa subyacente del dolor. Es una herramienta dentro de un plan de tratamiento más amplio.
Conclusión
La electroterapia, aplicada mediante electrodos y otros aplicadores, es una modalidad terapéutica muy valiosa en la fisioterapia moderna para el tratamiento de diversas afecciones de la rodilla. Sus demostrados efectos analgésicos, antiinflamatorios, circulatorios y de potenciación muscular la convierten en una herramienta eficaz para aliviar el dolor, acelerar la recuperación y mejorar la función. No obstante, su uso requiere el conocimiento y la experiencia de un profesional cualificado para garantizar la seguridad y maximizar los beneficios. Si experimentas dolor o limitaciones en tu rodilla, consultar con un fisioterapeuta te permitirá determinar si la electroterapia es una opción adecuada para ti y cómo integrarla en un plan de tratamiento personalizado.
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